domingo, 30 de mayo de 2010

Curso de Open Water: día 1

Día 187
Islas Perhentians

Una curiosidad sobre esta isla es que no tiene electricidad constantemente, así que suele ser de 19:00 á 7:00/8:00 y de 10:00 á 14:00. Significa que cuando empieza a pegar el sol, apagan el puto ventilador y el cuerpo empieza a inundar la cama de sudor, sin parar, así que a las 9:00 es imposible seguir durmiendo.

Junto con Rubén, cruzamos de Long Beach a Coral Bay, al otro lado de la isla, para definir le ejecución del curso y cómo íbamos a hacerlo, porque yo solamente los iba a seguir con las gafas, el tubo y la cámara acuática. A través del bosque destrozado para hacer el puto caminito, la fauna es increíble, con los gigantones lagartos caminando tranquilamente.

Decidimos hacer un plan fácil:
1 – Por la mañana, íbamos al hotel pijo de Coral Bay, el Sharila, que tiene buenos precios e internet gratis, cuando funciona. Ahí, Elena estudiaría el libro y vería los videos; mientras Rubén y yo nos divertíamos jugando al ‘Age of Empires’
2 – Después de comer, al agua a hacer las prácticas
3 – Regreso a Long Beach para ducharnos, salir a cenar y tomar algo

El curso estaba oficialmente inagurado :P Lo primero era aprender cómo se usaba el equipo…



Después, primer zambullido, a 1,5 metros de profundidad, para familiarizarse, para más tarde bajar un poquito más profundo.

Esta es la posición sectaria del mundo de los 'divers', que son realmente una secta, jaja. Rubén y su Buda.

Finalmente, relax, cena y Spanish Bar.

Control de Gastos:
- Desayuno: 18 RM (4,55 €)
- Postales: 12 RM (3,03 €)
- Comida: 29 RM (7,32 €)
- Cena: 24 RM (6,06 €)
- Hotel: 45 RM (11,36 €)
- Bebidas: 12 RM (3,03 €)

sábado, 29 de mayo de 2010

Llegada a las Perhentians: Rubén, Sergio y Laura

Día 186
Islas Perhentians

Tras llegar a Tanah Merah, buscamos un taxi, negociando bien el precio, para llevarnos a Kuala Besut, desde donde se pilla el barco ‘jetty’ que lleva hasta las islas Perhentians. Además, hay que pagar 1,5€ por el acceso al parque natural de Perhentians, una de tantas estafas, jaja. El destino en Perhentians era Long Beach, donde nos esperaban Rubén, Sergio y Laura. El trayecto es de 30 minutos, y salimos directos al punto de reunión: el hotel LemonGrass, en la menor de las Perhentians.

La isla es verdaderamente preciosa, con playas de arena blanca y aguas azul turquesa. El único inconveniente es que Malasia tiene un Gobierno Musulmán, y, por tanto, el precio del alcohol es prohibitivo, y las putas birras costaban más que en España, pero mucho más (lata de birra de Supermercado, unos 2,5€). Por supuesto, el alcohol más fuerte es incluso más caro, siendo, por ejemplo, la botella de Vodka unos 40€. En general, Malasia es el país más caro de todo el Sudeste Asiático, sobre todo en sus islas.



El Chalet LemonGrass tenía unos bungalows muy, muy simples, con una habitación, con cama doble, red mosquitera y un ventilador. Lo peor es que tenía el lavabo compartido fuera. El coste del bungalow no era tan barato en comparación con otros que ofrecían algo más, proporcionalmente. Y, por necesidades logísticas, nos teníamos que meter 3 en el Bungalow, con nuestro Nuevo niño: Rubén :D Impresionante los lagartos gigantes que tienen caminando libremente por la isla.



Bien, después de dejar las maletas, fuimos a un chiringuito que regentan, temporalmente durante este verano, unos españoles y que se conoce como el ‘Spanish Bar’, aunque los dueños son Quim (de Barcelona), Coco (de Madrid), Stefano (de Milán) y Rosa (peruana criada en París). Allí, cocinan todo tipo de tapas y preparan los mejores mojitos de la isla. Había muy buen rollo con ellos, hasta nos dejaban llevar alcohol que habíamos comprador en Hong Kong y pedirles solamente los refrescos.

Rubén, Sergio y Laura habían quedado con ellos cocinar algún día allí, para la hora de comer, y estaban encantados. Aprove3chando que llegábamos nosotros, nos pusimos a cocinar una paellita a la malaya, cutrilla, pero funcional, jeje.

Fuimos al otro lado de la isla pequeña, a Coral Bay, por un camino que acababa de ser construido: un destrozo a la naturaleza, la verdad. Nos dimos un bañito y preparamos las cosas para que Elena empezase el curso del Open Water el día siguiente, con Rubén de instructor. ¡Qué miedo!

Por la noche, salimos a cenar y a tomar unas copas, para ver si podíamos aguantar bien la noche, porque el calor era imposible, y el ventilador no nos daba para los tres :P

Control de Gastos:
- Taxi a Kuala Basut: 50 RM (12,63 €)
- Barco Jetty: 140 RM (35,35 €)
- Desayuno: 17,5 RM (4,42 €)
- Water Taxi: 4 RM (1,01 €)
- Malasia Marine Park: 10 RM (2,53 €)
- Cena: 29 RM (7,32 €)
- Hotel: 45 RM (11,36 €)
- Bebidas: 26 RM (6,57 €)

viernes, 28 de mayo de 2010

Las Torres Petronas de KL y viaje a las Islas Perhentians

Día 185
Kuala Lumpur

Nosotros teníamos que salir para las islas Perhentians por la tarde/noche y Pep y Mario se iban a Penang a pasar el fin de semana. Desayunamos juntos y nos llevaron en coche hasta la estación de KL Sentral.

Allí dejamos las maletas en las taquillas y nos fuimos a dar un paseo.

Obviamente, si solamente se tiene un día en Kuala Lumpur, lo mejor es visitar Chinatown (petaling Street) y, después, las torres gemelas Petronas.

Justo en las torres Petronas hay un centro comercial, llamado Suria KLCC, que nos enfría un poco del calor que hace en Malasia. También nos cayó una tormentilla típica tropical que hizo que el calor fuese incluso más insoportable.

Pasamos ahí el día, comimos, dimos un paseo, y nos volvimos a KL Sentral, a nuestro tren. Era coche-cama, pero todo el vagón abierto, sin compartimentos. Toda la noche a bordo, con destino a Tanah Merah, donde hay que pillar un taxi hasta Kuala Besut.


Control de Gastos:
- Taquillas: 15 RM (3,79 €)
- Metro: 10,4 RM (2,63 €)
- Tren a Tanah Merah: 188 RM (47,47 €)
- Comida: 18,4 RM (4,65 €)
- Pica-Pica para el Tren: 30 RM (7,58 €)
- Cena: 14,9 RM (3,76 €)

jueves, 27 de mayo de 2010

La forma más barata para ir al aeropuerto de Hong Kong

Día 184
Guangzhou (China) – Hong Kong – Kuala Lumpur

Otro día ajetreado: desayuno en China, comida en Hong Kong y cena en Malasia. El objetivo era encontrar la forma más barata de llegar al aeropuerto de Hong Kong desde Guangzhou, y para ello, teníamos la ayuda de Gisele, experta en la materia :DD

Salimos pronto de casa, en dirección a la estación de tren. Aquí, un tren hasta Shenzhen, que dicen que es el putiferio de China, el descontrol total, pero de noche. Una vez en Shenzhen, unos 90 minutos de tren, hay que cruzar la frontera a patita de China y luego la de Hong Kong. En Hong Kong, coger el metro, una parada nada. Parece mentira, pero el metro de Hong Kong termina en la frontera con China, ¡brutal!

Una vez en Hong Kong, como no nos cambiaban los yuanes que teníamos, tuve que ir al cajero a sacar lo justito para pagar el autobús A43 que va hasta el aeropuerto desde esa parada de metro. Y ¡voilà1!, llegamos al aeropuerto.

Fácil, facturar, entrar para comer algo y esperar nuestro vuelo de Air Asia. Como era de esperar, retraso, pero los muy cabrones nos hicieron esperar dentro del avión. Cuando quisimos comprar algo de beber, nos dijeron que no aceptaban euros, dólares, yuanes, monedas de Hong Kong, ni visas. Así que me levanté, con todo el dinero de varios países en la mano y alcé la voz a la azafata en público para hacerle ver que necesitaba beber algo y no quería aceptar mi dinero. Todo el mundo mirando, y aceptó darme vasos de agua caliente, jaja. Suerte que siempre llevamos unas bolsitas de té. Pues nos tiramos todo el vuelo bebiendo té, menos mal.

Cuando llegamos a Kuala Lumpur, el calor era durísimo. Juliana, una amiga de Penang que vive en Kuala Lumpur, nos estaba esperando con el coche para llevarnos a casa de Mario, donde nos íbamos a quedar a dormir. Mario y su hermano Pep son dos tipos geniales: nacidos en Chile, pero criados en Sitges, han vivido en Shanghai antes y ahora en Kuala Lumpur. Tienen una casa enorme en la zona de expatriados de KL, llamada Bangsar.

Junto con Juliana, fuimos a cenar algo y luego volvimos a casa a bebernos todo lo que encontramos. Es la gran pega de Malasia, como el Gobierno es musulmán, los impuestos del alcohol son altísimos. ¡Qué capullos! El día siguiente, teníamos un tren nocturno hacia las islas Perhentians, para ver, finalmente, a Rubén, Laura y Sergio.


Control de Gastos:
- Desayuno: 45 RMB (4,69 €)
- Tren a Shenzhen: 150 RMB (15,63 €)
- Metro Hong Kong: 40 HK$ (3,96 €)
- Bus A43 Aeropuerto: 60 HK$ (5,94 €)
- Comida: 71 HK$ (7,03 €)

miércoles, 26 de mayo de 2010

Paseando por Guangzhou

Día 183
Guangzhou

Otra vez, llegada a las 6 de la mañana. Pelea con el taxi para llevarnos a casa de Gisele, y como era muy pronto, nos esperamos un rato abajo, para no despertarla mucho. Sobre las 7:30 subimos, y Elena se metió a dormir, yo me quedé subiendo fotos al blog, porque en el resto China, es tan sumamente lento que era imposible.

Cuando Elena se levantó, salimos a la isla de Guangzhou, que parecía tener arquitectura colonial inglesa y francesa. La historia del metro y buscarse la vida, porque siguen sin hablar ni gota de inglés. Nada ha cambiado en un mes :DD Y la isla, feísima. Quizás porque están haciendo muchas obras por los juegos Asiáticos, no sé.

Desde el río, había una bonita vista, aunque con las lluvias torrenciales de las últimas semanas, el agua bajaba muy turbia.

Comimos algo y caminamos hasta el distrito tecnológico, donde venden todas las imitaciones que os podáis imaginar. Había un mini portátil que costaba 120€ y era idéntico al Sony Vaio, incluso te ponían las pegatinas si querías, pero claro, era falso, y todo “made in China”. Te puedes arriesgar y puede salir bien o no.

Desde aquí, caminamos de vuelta y había otro mercado gigantesco de ropa. Elena no podía controlar los ojos, y no dudó en comprarse algo. No me acuerdo, quizás camisetas por medio euro, o algo así. La verdad es que Guangzhou es un mercado de 18 millones de personas, todo son tiendas, todo, todo.

Volvimos a casa, que habíamos quedado con Gisele, nos tomamos unas birretas y salimos a cenar. Ella quería llevarnos a un hotel de 4 estrellas cerca de su casa que hacen una especie de tapas chinas. Muy bueno, y buen precio. Considerablemente más caro que cualquier garito en China, pero, igualmente, muy barato. Aprovechamos para tomarnos unas cervecitas en la calle, porque era un día caluroso, pero corría la fresca. Subimos a dormir y nos despedimos de Gisele.


Control de Gastos:
- Comida: 22,5 RMB (2,34 €)
- Metro: 16 RMB (1,67 €)
- Birras: 26 RMB (2,71 €)
- Cena: 75 RMB (7,81 €)