sábado, 31 de octubre de 2009

Pues también nos disfrazamos (Halloween 2009 - Tokio)

Día 4 (Parte 2)
Halloween en Tokio


Después de la ducha pertinente, preparamos un par de mochilas con los disfraces. Naho tiene un montón de disfraces de otros años, así que nos los llevamos, por si alguien le falta. Hemos decidido qué ponernos:
- Elena: de bruja (más de lo normal :DD)
- Naho: de “china” putilla (aquí la tensión entre China y Japón se nota)
- Diego: una máscara de monstruito dentudo
- Juli: pintado como Paul Stanley de los Kiss

Naho nos lleva corriendo desde casa, por su prefectura (Miyahara), hacia el tren. Parece ser que llegamos tarde, algo que a mí no me afecta demasiado; especialmente porque el punto de reunión era a las 17:30 (menudas horas de quedar!) en un bar en Shibuya, la zona de juerga de Tokio. De camino, Diego se da cuenta que se ha olvidado la máscara (capullo, ni que tuviera mucho más para llevar :P), y nosotros tiramos para el tren, otra colada con un pase no válido todavía, y otro ahorro de 20€, claro.


Como estábamos esperando a Diego en la estación, mientras Naho se maquillaba, pues nos pillamos unas birras, ¡qué remedio! Nos metemos en el tren en dirección a Shibuya, y, la verdad, excepto la peluca rosa que lleva Naho, las pestañas azules postizas y los cuernos con luz, no veo mucha diferencia en su ‘disfraz’ con la ropa del día a día de las chicas en Tokio. En 50 minutos estamos allí.

Al salir de la estación, llegamos al famosísimo cruce de Shibuya, todo iluminado por los rascacielos y las luces de anuncios y televisiones que hay alrededor. Este cruce sí que es un verdadero descontrol, cuantísima gente arriba y abajo. Llegamos al bar, nos pedimos una birreta y empezamos a cambiarnos mientras nos presentamos a la gente nueva. También estaba Michiko, una chica japonesa que habíamos conocido en Barcelona meses atrás, muy agradable y que habla algo de castellano. Recuerdo que cuando estaba en Barna, siempre la hacíamos beber más de la cuenta, así que hoy no será una excepción :DDD



Entre los presentes, además de un par de personas que estaban en la cena Nabe del Jueves y Elisabet (que ya habíamos quedado con ella el día anterior), hay, entre otros, algunos japoneses, una coreana, un taiwanés, un australiano, un belga, algún que otro americano, un cubano (en viaje de negocios…), y una catalana que conocimos en Barcelona hace más de dos años y que vive en Melbourne, pero que ha tenido que salir un mes de Australia porque le había caducado el visado de turista, aunque trabaja en negro y, encima, le guardan el curro durante su viaje, ¡mejor para ella!

Necesitamos más disfraces porque la gente se va animando a medida que beben y hablan. Yo aún tengo que comprar las pinturas, así que nos acercamos unos cuantos a una mega tienda de 6 plantas con artículos de regalo, donde imperan las cosas para disfraces. Algunos compra disfraces, otros máscaras y yo lo mío: 4 tubos de pintura. 2 blancos, 1 negro y 1 rojo. Por algún motivo, de camino a la caja, tres de esas pinturas se me colaron en el bolsillo, así que solamente me cobraron una :O

Regresamos al bar para terminar de arreglarnos y esperamos a los que faltan. Entre estos tardones, brilla con luz propia un japo con un traje de cosmonauta (con el logotipo de Honda), de nombre Roboto. Es una tal Ken, y, obviamente, es la atracción del grupo; y lo cierto es que el pavo se lo ha currado. Salimos del bar, unas 25 personas, de camino a un pasacalles en una zona de bares que están promocionando ahora en Tokio.



Antes de empezar el primer pasacalles, nosotros dos, con Elisabet y Michiko, nos vamos a cenar algo rápido, unos fideos de aquí, como cada día. Elena se me está durmiendo, así que nos tomamos una bebida energética y un café para recuperar fuerzas. Volvemos al grupo y hacemos el segundo pasacalles, con toda la pella disfrazada, algunos muy originales, y un tanto más de la cuenta de personajes de comics y manga.

Para los que van disfrazados, estos japoneses poco a dados a europeos, han ideado un plan para promocionar la asistencia de gente a esta nueva zona nocturna: dan un bono de 30 bebidas gratis en unos 15 bares de la zona: inconscientes!!!!!! Pero bueno, no nos vamos a quejar, ¿verdad?

Todavía no nos creíamos mucho eso de las 30 bebidas gratis, aunque teníamos ya la cartilla con las direcciones y tal. Hasta que no lo beba, no lo creo. Elisabet se va y cedemos su disfraz de concubina a Natalia, la chica de Barcelona. Andamos por bares, pero todos están llenos, hasta que encontramos uno en el que sí que podemos entrar y hacer uso del bono de bebidas: cerveza y bloody mary: ¡gratis! Ya la hemos liado… Apuestas para ver quién consigue más sellos de consumiciones (adelanto que gané yo con 16 :DDD).

Seguimos de bar en bar, con el cachondeo, hablando, bailando, bebiendo sin pagar y liándola. En un momento, conocemos a uno de los organizadores, que iba disfrazado de un muñeco manga, maquillado de puta madre, pero con toque de Lobezno de X-Men un tanto gay. El chaval no hablaba mucho inglés, pero con Naho y Michiko por allí de traductoras simultáneas, no había problema. Nos apropiamos de sus botellas de vino dulce (putos borrachos gorrones) y hasta nos regalaron unas camisetas del evento. Bares y más bares, y ya toca volver a Shibuya (el último metro es a medianoche) para unos bailes.



Naho y Diego y un par más querían ir a un club pijo de Tokio, para el que se tenía que coger un bus gratis desde Shibuya, rollo Ibiza. El problema era que la cola del bus era gigantesca, y había como 60-80 minutos de espera. Además, al llegar allí había otra hora de cola en la entrada; y por si esto fuera poco, la entrada valía 4.000 yenes (28€) sin consumición. Así que preferimos quedarnos en Shibuya con 3 más que conocían un club en el pinchaba un colega suyo. Eran un chaval japonés que había vivido en Rusia 8 años porque su padre curraba allí, una chica finlandesa que tenían 19 años y llevaba 7 estudiando japonés, y una coreana que no hablaba ni papa de inglés: el grupo de la muerte :DDD

El bar no estaba mal, estuvimos un ratito, lo justo para robar una cerveza de la barra, que no comprar. Estos japoneses son muy confiados. Después fuimos a tienda de 24 horas para comprar una sopa instantánea de fideos con marisco (aquí en Japón todo está muy bien organizado), y unas birras. Tenía mucha hambre y me comí los fideos en la puerta del bar, nos bebimos las birras y se nos acoplaron los otros 3 que decían estar bailando. Después volvimos al famoso cruce de Shibuya, para quedar con Diego y Naho, donde se nos acoplaron 2 CSers más que se habían quedado desperdigados (follando en un Internet Café :DD).



Como aún no había tren, nos pusimos en camino a un bar japo-italiano, y mientras hicimos fotos a todos los freaks que pudimos. Además, se nos enganchó un militar de Seattle que estaba de vacaciones y nos dio un poco la brasa. Siempre atraigo a este tipo de personajes, no sé por qué. Después del desayuno, nos fuimos al tren y de camino para casa, que ya el día estaba muy bien aprovechado.



Aunque de camino en el tren pudimos observar otros curiosos tipejos del mundo, que se pillan unos pedos brutales. Una chica se quedaba dormida al lado de Elena, haciendo la gomita (delante, detrás… derecha, izquierda), hasta que al final encontró la posición en el hombro de Elena :DDD

Fue una noche muy larga y un tanto alocada, pero muy divertida, y, por lo menos, pudimos respirar de la vida nocturna de Tokio: muy guay!!!!

Control de Gastos:
  • Birras: 1500 yenes (11,45 €)
  • Pintura: 298 yenes (2,27 €)
  • Cena: 800 yenes (6,11 €)
  • Bebida Energética: 196 yenes (1,50 €)
  • Café: 130 yenes (0,99 €)
  • Birras y Sopa: 700 yenes (5,34 €)
  • Restaurante Japo-Italiano: 650 yenes (4,96 €)

Visita obligada (Monte Fuji)


Día 4 (Parte 1)
Monte Fuji y los cinco lagos


Salimos de casa de Jim & Heath sobre las 8:30, aunque dejamos allí un par de maletas, porque iremos a dormir dos días a casa de Naho & Diego, y, después, vamos a Osaka, Kyoto y Nara, y nos quedaremos dos noches con Saori y dos noches son Shogo, para volver finalmente a Tokio, donde volveremos una noche más a casa de Jim & Heath, para volar a Cairns (Australia), o a Auckland (Nueva Zelanda), dependiendo del visado de Elena, putos australianos burócratas!!

Naho y Diego con recogen a las 9:00 en el hotel Hilton, que está cerca de casa de Jim y Heath, y es imposible perderse. Tienen un Mitsubishi Pajero (que es la versión original del Montero, pero en España le cambiaron el nombre por razones obvias :D) muy grande. Es una oportunidad de putísima madre, porque llegar al Monte Fuji desde Tokio es un poco asco, porque hay que cambiar tres o cuatro veces de tren.

Tenemos unas dos horitas de camino a Fuji San, así que con tranquilidad. Conectan mi iPod y ponemos un poco de Fito de camino, mientras charlamos un rato (por cierto, el último de Fito está muy bien, a bajarlo!!!!).

A mitad del camino paramos a hacer un tentempié y fumar un pitillo, y vemos el tren magnético que va a 550 km/h desde un mirador. Rápidamente nos volvemos a poner en marcha. Justo antes de llegar a Fuji pasamos un parque de atracciones que tienen dos súper montañas rusas increíbles; para reírse de Port Aventura :P

Aparece el imponente Monte Fuji desde la ventana del coche. Las primeras vistas son impresionantes, con la cima a 3600 metros sobre el nivel del mar totalmente nevadas, y las nubes a mitad de la montaña.



Empezamos a visitar los lagos, que con el coche es un momento. Al final nos quedamos en uno de ellos, y damos un paseo, haciendo un montón de fotos, y admirando la montaña. Un buen recuerdo, sin duda.



Toca comer algo, y aprovechamos que ponen diversos chiringuitos de comida ‘rápida’ japonesa por los alrededores y una banda tocando en directo una canción que solamente dice “Hello to the people”… Repiten la canción en directo cada 20 minutos, ¡qué pesados!



Yo me tomo una sopa de fideos y Elena un calamar enorme a la plancha. Naho y Diego no tienen hambre, aunque pican un poco de nuestro plato. Dos horas más de vuelta a Tokio, que es Halloween y aquí se celebra muchísimo.

También sorprendente es algunos de estos personajillos que visten a sus perros con ropas caras y los sacan a pasear los fines de semana. Encima se ponen contentos cuando les haces fotos.



Hemos quedado con un montón de CSers para celebrarlo. Llegamos a casa de Naho y Diego, dejamos los bártulos, una duchita rápida, y otra vez al tren, a volver a usar el bono que aún no sirve, pero nos sigue funcionando… somos lo peor! :D

Control de Gastos:
- Desayuno: 1950 yenes (14,89€)
- Comida: 1000 yenes (7,63€)

viernes, 30 de octubre de 2009

Antigua capital de Japón (Nakamura)

Día 3
Kamakura


Nos levantamos a las 8 y vamos a la estación de Shinjuku. Allí hemos quedado con una chica mexicana, llamada Elisabet, que vive en Montreal y que quiere unirse a nuestra excursión por la ciudad de Kamakura. Tenemos guía para esta visita, un chico japonés llamado Naoki y que vive en Kamakura.

Nuestro Japan Rail Pass es válido desde el 2 de Noviembre hasta el 8, pero nos ha dicho Jim que no lo miran, así que vamos a usarlo, a ver si hay suerte.

Efectivamente, ni lo miran, con ser occidental y enseñar la portada, ya hay suficiente. Entramos y esperamos el tren. Elisabet llega 2 minutos antes, y nos partimos de risa al ver a los robots esperando en filas de dos el tren: todos con su móvil o MP3, jugando o navegando, sin hacer un ruido. El destino es Kita-Kamakura, pero encontrar el tren que va para allí es siempre una odisea, porque ni Dios habla inglés.

Al llegar a Kita-Kamakura, Naoki nos está esperando. Andamos un poquito y llegamos a los templos Zen de época Edo, cuando Kamakura era la capital. Todo muy bonito, escaleras arriba y abajo, fotos, y un montón de arañas no venenosas, pero que sí que pican. Aquí las llaman ‘Arañas Geisha’, por su color llamativo.



Salimos de este conjunto de templos, que son de pago, y vamos a ver los templos ‘femeninos’ de la misma orden. Más andar, y más cansancio. Ya estamos muertos de hambre, así que toca ir a comer. Escogemos un sitio de una comida japonesa llamada Okonamiyaki, que consiste en una base de huevo, col y algo lácteo en el que se echan diversos ingredientes (gambas, cerdo, calamar, verduras, etc.). Toda esta se mezcla, y se echa en una plancha que está en el centro de la mesa. Se va cocinando y cuando está hecho se le añade una salsa llamada ‘okonamiyaki’, un poco de mahonesa y atún seco en hilos (que llaman ‘atún que baila’), que se retuerce por el calor de la comida al derretirse.



Salimos del restaurante muy llenos, porque es un restaurante tipo buffet libre con precio cerrado, hasta que te canses de pedir las tortillas esas.

La siguiente parada es la que hemos estado esperando todo el día: el Buda de Kamakura. Es una figura imponente, muy grande y preciosa. Nos hacemos un montón de fotos y ya nos toca volver a Tokio, porque hemos quedado con Naho y Diego en Shinjuku a las 19:30. Como ya hicimos por la mañana, nos colamos sin pagar, utilizando el Japan Rail Pass, que aún no es válido :DDD



Me puse a perrear un rato, que estaba cansado.



Y vimos la puesta de sol...



Otra vez! El puto caos de Shinjuku con los robots pululando por todas partes. Cuando nos encontramos con Naho y Diego, decidimos ir a un bar a tomar una cervecita y algo de comer, ligero, que hemos comido como cerdos y aún nos dura.

Un bar muy curioso, japonés, en el que dejas los zapatos al entrar y los metes en una taquilla, para ir descalzo por el local, menos mal que me he cambiado los calcetines, ostias! Tomamos una par de birras, algo de pescado y carne, y volvemos a casa de Jim & Heath, que habíamos quedado con ellos para tomar algo en casa.

Llegan un poco tarde como a las 23:00, aunque nosotros habíamos llegado a las 22:30. La verdad es que Heath llega un poco pedo, así que vamos a tener cachondeo. Nos tomamos las cervezas que hemos traido y ellos ponen una botella de vino, australiano, por supuesto. Es un puntazo ver a Heath totalmente borracho recogiendo con el aspirador una copa de vino que se le ha roto en el suelo. ¿Aspirar una copa de cristal? Pues sí, hay gente que lo hace.

Nos quedamos sin birras y me toca ir a por más. En Tokio hay un montón de ‘tiendas de conveniencia’ que abren 24 horas. En la primera, no aceptan visa, pero tienen un cajero (sí, dentro de la tienda) para sacar pasta, compatible con Visa, pero no hay manera de que la coja, y todo el menú está en japonés, nada más. Los dependientes conectan el teléfono del cajero con el soporte, que habla menos inglés que mi gato, y se limita a decirme que no se aceptan visas europeas, que intente pagar con el móvil. Parece ser que en Japón tienen un chip en el móvil al que conectan la visa, la tarjeta del metro, y la polla de su tía…

Pues nada, a la siguiente tienda, que es un 7-Eleven, y tampoco aceptan visa. Tercera tienda, aquí sí que aceptan visa. Compro unas birras y unas patatas y vuelvo a casa. Hablamos de mil y una cosa y nos ponen al día de diferentes temas de Japón, aunque quizás de un punto de vista de extranjeros. Nos lo bebemos todo y a las 3 a dormir, que mañana hemos quedado con Naho y Diego para ir al Monte Fuji por la mañana, y por la tarde/noche, tenemos Halloween.

Control de Gastos:
- Entradas a los templos: 800 yenes (6,11€)
- Refrescos: 300 yenes (2,30€)
- Comida: 3150 yenes (24,05€)
- Suica: 2000 yenes (15,27€)
- Buda: 500 yenes (3,82€)
- Supermercado: 643 yenes (4,91€)
- Birras: 1144 (8,73€)

jueves, 29 de octubre de 2009

Bienvenido al futuro (Tokio)


Día 2
Tokio


Lo primero es recoger el Japan Rail Pass y alquilar un móvil con email para poder contactar a nuestros amigos nipones. De paso compramos la tarjeta “Suica” (tiene descuento del 50% si la pillas con el Narita Express – del aeropuerto de Narita Tokio a la ciudad –), que se usa para el metro y tren, porque nuestro bono Japan Rail Pass solamente funciona desde 1 al 8 de Noviembre.


Tomamos el Narita Express hasta el centro. Nuestros amigos Jim & Heath, una pareja de gays (australiano y estadounidense) no llegan hasta las 16:30, así que nos quedan unas 6 horas para ir a su casa. Buscamos las taquillas para dejar las maletas en Shinjuku (la estación más putamente caótica del mundo) y salimos a descubrir un poco la ciudad.



Allí cerquita está el Tokyo Government Building, que es de acceso gratuito y tienen un tour gratis. Nos acompaña una viejecita japonesa muy agradable y que habla inglés (algo muy extraño en Japón). Este conjunto de edificios está destinado al Ayuntamiento y demás cosas/servicios de la ciudad, vividores, para entendernos. Pero tienen un observatorio en la planta 45 (55 segundos en subir) que permite ver todo Tokio. Un montón de rascacielos y el Monte Fuji al fondo, lástima de la polución.



Después nos entra un poquito de hambre y vamos en busca de algo local. Tras andar y mirar varios sitios, nos metimos en unas calles pequeñas que tenían un montón de bares muy enanos y cutres que servían comida diferente, escogemos un bar de estos y pedimos un tazón de fideos en el que echan cosas a tu gusto, tipo sopa.

Ahora me apetece un cigarrito, pero resulta que Shinjuku es un distrito en el que está prohibido fumar en las calles principales, excepto en los fumadores públicos…

Ya nos hemos llenado el estómago, me he fumado un piti con esta gentuza y nos toca ir a casa de nuestros anfitriones. Otra vez a por las maletas, que las encontramos de suerte, y andar entre todos estos frikis buscando la línea Oedo de Metro. Menuda odisea el transporte en Tokio, su puta madre!



Llegamos a la estación de Nishi-Shinjuku-Gochame y vamos a casa de los chicos. Nos presentamos, conocemos a su perrita Jackie, dejamos las maletas, una charla rápida y salimos, que hemos quedado con Naho (una chica japonesa que hospedamos en Barna el verano pasado) y su novio Diego (brasileño de nacimiento pero de padre japonés). Ellos tenían un cumpleaños por su parte.

Nos cuesta un horror encontrar la entrada Este de la estación, donde habíamos quedado. De camino, toda esta gente vestida de forma estrambótica… Los robots (como los llamamos nosotros) se dividen por sexos:
1) Robot chico: traje oscuro, camisa blanca, corbata plana y maletín, caras amargadas y siempre con prisas
2) Robot chica: faldas, medias, botas y pintadas. Contra más colorido y mal conjuntada, mejor. Tienen pinta de “Lolita” y también van corriendo.



Llegamos, finalmente, con Naho y Diego. Vamos a coger el tren para ir a una fiesta en casa de un chico de CouchSurfing, que va a hacer una cena ‘Nabe’ para todos. De camino, un notas nos pregunta por una dirección en italiano, y resulta ser un turco-americano de CSing que vive en Barcelona. Manda webs! Se une al grupo y vamos a la cena. El Nabe es, básicamente, una olla con agua caliente a la que se le echa comida y se va haciendo una sopa. Una barbacoa a la japonesa :DD

Nos tomamos también unas birras, conocemos algunos personajes curiosos (japoneses, un francés, un inglés y algunos yankees) y de vuelta. Tenemos que correr para pillar el tren, porque el último es a las 23:00. Volvemos a Shinjuku, dos paradas de metro y a dormir, ¡ya era hora!.

Al llegar, Heath nos había dejado una nota para advertirnos que venía la mujer de la limpieza a las 9, así que nos despertaría a las 8. Menos que habíamos quedado pronto para el Viernes, sino, menuda putada :P

Control de Gastos:
- Tarjeta Suica: 7000 yenes (53,44€)
- Móvil de Alquiler: 26€
- Taquillas para las maletas en Shinjuku: 500 yenes (3,5€) y 400 yenes (3,05€)
- Comida: 700 yenes (5,34€)
- Cervezas para la fiesta Nabe: 1600 yenes (12,21€)
- Cena ‘Nabe’: 1000 yenes (7,63€)

miércoles, 28 de octubre de 2009

Empezamos el viaje

Día 1: Londres – Tokio

Joder! Mi familia quería hacer las últimas tapas en el Emilio y se apuntan algunos más. Se hacen las 2 y aún no he terminado de guardarlo todo… Me acuesto a las 3 de la mañana y nos levantamos a las 5:15. Una duchita, un abrazo de despedida a súper Greg y al aeropuerto. Nos lleva el viejo al aeropuerto, despedida corta para no hacerlo más complicado.

La nueva y gigantesca Terminal 1. Facturamos, me fumo un cigarrito, llamamos a mi madre para despedirnos y nos explica la debacle del Madrid (ha perdido 4-0 con el Alcorcón, de 2ª B), y vamos a por avión. Tan grande es el aeropuerto que tuvimos que correr para pillar el vuelo, estos ingleses (volábamos con British Airways) siempre puntuales :D

Llegamos a Londres Heathrow y tenemos que trasladarnos a la nueva Terminal 5, que solamente tiene acceso desde otras terminales. Nos quedan unas 4 horas para el vuelo a Tokio, que es de 13 horas más, y no se puede fumar en todo el puto aeropuerto, ni salir de allí. Tócate los huevos!!

Pues nada, tendré que buscar la información sobre el Madrid. Empiezo a preguntar si hay algún café que tenga Internet, pero nada, todo pagando por minutos. Le preguntó a un chaval joven que trabaja por allí y me comenta que si tengo tarjeta BA puedo ir al salón y tal. Vale, haremos la prueba del piratilla: encender el portátil y buscar redes, todas no seguras, pero de pago, excepto la de British Airways (que se llama BALoungeWiFi). Me canso de tener una conexión muy débil y me voy a la puerta del Lounge y me conecto sin problemas: leo información, miro el email, y tal.


Como la gente me ve allí gorreando la WiFi, me empiezan a preguntar si es gratis y poco a poco se van añadiendo más, todos preguntando cómo hacerlo. Supongo que la señal de red de BA bajó un poquillo :P

Nos tomamos un té y un bocatilla y tiramos para el embarque. Hemos podido coger dos asientos al final del avión, solitos y con ventana, de puta madre! Todo iba en hora y con tele privada por asiento. Despegamos y a los 20 minutos sirven la comida (cena en hora japonesa, que son +8 comparado con Barcelona). Al acabar, me tomo mi pastillita de Diacepán, que solamente me da para 3 horas de sueño, algo es algo. Pudimos ver un par de pelis: ‘Ché Guerrilla’ (un tanto mala) y ‘Resacón en Las Vegas’ (unas risas).


Aterrizamos en Tokio, un vuelo muy tranquilo, y he bebido y comido todo lo que he podido. Al final, la azafata me ha dado el toque, pero la he mandado a paseo. Hacemos el tema de inmigración (todo fácil y rápido), pillamos las maletas y a la calle. Un cigarro, ¡por fin!.

Control de Gastos:

Hemos gastado unos 8€ en total, en el aeropuerto de Londres.

viernes, 23 de octubre de 2009

Bodorrio en la India

Nuestros buenos amigos Piero y Manisha nos visitaron el fin de semana pasado, antes de nuestro viaje. Lo pasamos muy bien en Barcelona, y no paramos en todo el fin de semana. Turismo, fiesta, comer, beber... El descontrol habitual.

Piero es original de Sicilia, pero criado en Milán, y Manisha es de Bombay (Mumbai para los tiquis-miquis). Viven en Milán, y, obviamente, se casan en la India, para recompensar a ambas familias. Esto nos supone la parada obligada en la India. Será un aumento considerable del presupuesto, pero, después de recibir las invitaciones y tenerlos en casa, ¿cómo vamos a decir que no? :DD



La boda se celebrará en Goa, una zona playera paradisíaca del oeste de la India. Aunque de difícil acceso, porque es la zona 'rica' para el período de Navidades en India, aumentando los precios de 5€ por noche a 50€. ¡Qué cabrones!



En esta zona de la India, las bodas duran 3 días, y suerte que ya tenemos la ropa de nuestra anterior boda allí, jeje. Estos 3 días son 25, 26 y 27 de Diciembre, siendo el último la ceremonía de verdad.



Eso quiere decir que tenemos 9 días para obtener el visado a la India y llegar hasta Goa, porque llegamos a Singapur el 15 de Diciembre.



De camino allí, hay dos posibilidades, volar hasta Bangalore y coger el bus nocturno con camas, o volar a Bombay y tomar el tren hasta Goa. Tendremos que improvisar sobre la marcha. Si vamos a Bangalore, deberíamos llegar un día antes para ver a Amit, Venka y Preet. Aunque ellos también quieren ir a celebrar NocheVieja a Goa. Total, un puto caos!!! Nosotros queremos celebrar NocheVieja, que ya sabéis que es mi cumpleaños, en Tailandia. Allí quedaremos con Luciano y Andreea. Seguiremos informando...

lunes, 19 de octubre de 2009

El famoso Japan Rail Pass

Es bien sabido que el transporte en Japón es bastante carillo. Con la tontería de tener 'Trenes Bala' para conectarlo todo, valen un pastón. Que si 60€ por aquí, que si 40€ por allá... Vamos, que te gastas un montón en moverte por el país del Sol Naciente.

Para Japón, existe una opción que se llama "Japan Rail Pass" y que permite usar todos los trenes del país. Es algo parecido al Eurorail, con la única diferencia que no pagas por reservar asiento, sino que va todo incluido. Hay dos categorías: primera y segunda, más cara y menos cara. Obviamente, la segunda. Se compra en modalidades de tiempo, es decir, de 1, 2 ó 3 semanas (sí, la letra "o", cuando va entre números se debe acentuar, incultos!!! :DD), que incrementan su precio, claro está. Nosotros con 7 días tenemos suficiente.

Una vez compras este pase, que únicamente se puede comprar fuera de Japón y si eres extranjero, debes validarlo cuando llegas allí.

Como pensamos estar unos días en Tokio, no tiene sentido comprarlo de 14 días. Cuando lleguemos lo cambiaremos, y lo empezaremos a usar cuando salgamos de Tokio. Así que el Narita Express, que es el tren del aeropuerto de Narita al centro de la ciudad, tendremos que pagarlo (unos 20€). El resto de trenes Tokio - Osaka - Nara - Kyoto - Tokio - Narita (el último día) sí que los tendremos incluidos. Lo más curioso ha sido comprar el billetito de las narices. En Barcelona lo venden en la Pl. Països Catalans, s/n. ¡Coño! Eso es la Estación de Sants, la central de Barcelona. Parece inteligente, ¿verdad? Pues no es tan fácil, porque la oficina del Japan Travel Bureau o JTB, que es una de las empresas que lo comercializa por aquí.

Pues te puedes hinchar de preguntar en la puta estación dónde cojones encontrar el ticket, y nada. Resulta que la oficina de JTB está dentro del Hotel Barceló Sants. Así que hay que subir arriba, y como están en un hotel, pues preguntar en recepción. Ellos ya te indican donde cae el zulo de esta gente. Por lo menos, te tratan bien, y te lo explican todo.

Pagando 28.300 yenes ya es tuyo. En nuestro caso 225€, que es un buen ratio de conversión de divisa :DDD Nada, un tema más finiquitado, y continuamos para bingo :P


Vacunas, Medicinas y Farmacia

Como era de esperar, llegó el momento de empezar a cerrar temas... Uno de estos temitas es el relacionado con la salud: varias cosas qué hacer y un buen montón de pasta para prevenir, que no se diga.

Por suerte, como ya hemos estado en la India, para donde te ponen casi todas las vacunas imaginables, solamente hemos tenido que hacer recordatorios, más alguna vacunita más.

Para llevar un riguroso control, te dan un carnet llamado "Certificado Internacional de Vacunación" con la lista de las vacunas/enfermedades, que suele ser requerido por algunas embajadas para emitir el visado. Con la pasta que nos han soplado, ¡qué menos!



Dentro están bien escritas todas las vacunas que llevamos (Hepatitis A/B, Cólera, Fiebre Tifoidea, etc.). No hemos podido conseguir (y cuando digo 'hemos' me refiero a los hospitales de Medicina Tropical y Farmacias de esta maravillosa ciudad de Barcelona) la vacuna de la 'Encefalitis Japonesa' (ni p.i. de qué ostias es!).

La vacuna de la Malaria, dado que vamos a estar tanto tiempo pululando por allí, no nos la hemos tomado, pero la hemos comprado, porque no es preventiva sino correctiva. Es decir, llevamos nuestras pastillitas (a un módico precio de 44€ por cajita), y solamente las usaremos si contraemos Malaria, porque allí es muy difícil comprar la vacuna en un corto espacio de tiempo. Aquí la fotillo del medicamento:



Una vez vacunados, nos dan la lista de la compra para llevarnos una Farmacia portátil, aunque creo que llevaremos más medicamentos que ropa, ¡manda webs! Pues nada, me fuí al médico para decirle que me hiciera receta de todo. Joder! Si nunca voy al médico, algún día tendría que beneficiarme. El resultado es que es flipante el ahorro que hay para cualquier medicamento con llevar la recetita del doctorcito.

Además de lo estándar que puedes encontrar en cualquier botiquín, como gasas, cicatrizantes, termómetro, tiritas, yodo, y los medicamentos básicos que todos conocemos (Almax, Gelocatil, Neorufen, etc.), nos han hecho meternos un montón de pastillas; siempre argumentando que allí puede ser muy difícil encontrarlo. No termino de creerlo, pero un catalán siempre ve el ahorro (gracias recetitas!!!).

- Pastillitas para mareos y vómitos en medios de locomoción:



- Pastillitas para alivio de resfriados:




- Pastillitas para tratamiento de diarreas:



- Pastillitas para dormir en el avión (estas me costó conseguirlas... el médico no daba su brazo a torcer, porque es diacepán puro :D):




- Pastillitas para alergias cutáneas y picaduras en general:



- Suero para hacer bebida contra la colitis (de estas sí que pillaremos alguna :P):



Total, parecemos un puto cocktail molotov. Y ya hemos empezado a hacernos los botiquines. Claro, por seguridad, hay que dividir todas las pastillitas en dos botiquines diferentes, así que llevaremos cada uno un neceser con drogas legales.

Aprovecho para poner todas esas fotos, y así luego me costará menos encontrarlas para ver cómo se usa cada una y acordarme de qué era qué :DD

Coste total de vacunas, drogas y útiles de farmacia: 300€, ahí es nada!!!

sábado, 3 de octubre de 2009

Japón en 10 días a bajo coste

En el foro de Couchsurfing, dentro del grupo de Tokio, un viajero ha compartido su experiencia por el país del Sol Naciente en 10 días, a bajo coste. Vamos, que nos viene como anillo al dedo :-)

Sin contar los billetes de avión, estas son las pistas para no gastarse más de 500€:
  1. Cuidado al hacer la maleta, que no sea muy pesada. Un par de zapatos es suficiente (claro, para 10 meses, manda huevos)
  2. Lleva la cámara y el portátil
  3. No compres el JR Rail pass, está muy bien pero es un poco caro (vaya, aquí ya la hemos liado)
  4. No compres regalos para traer a casa (bueno, esto ni por asomo lo teníamos contemplado :D)
  5. Es posible comer fuera por 250 yenes (2 leuros)
Itinerario propuesto:
Día 1 – llegada a Tokio - conseguir hotel! (por aquí nos escapamos)
Día 2 – Tokio
Día 3 – Tokio
Día 4 – Tokio
Día 5 – Tokio, coger el bus nocturno a Kansai, Osaka
Día 6 – Ir a Kyoto y caminar por la ruta de la filosofía
Día 7 – Ir a Nara
Día 8 – Kyoto - explorar Manga e Inari Shrine!
Día 9 – Kyoto - explorar Arashiyama! Bus nocturno a Tokio.
Día 10 – regreso a Tokio y vuelta a casa!

Bueno, nuestro plan es parecido, y ya tenemos 4 hosts en las diferentes ciudades: 2 en Tokio, 1 en Nara y otro en Kyoto. Y no volaremos a casa, sino a Australia.

A ver qué tal!