viernes, 30 de abril de 2010

Más compras y cena CS

Día 157
Guangzhou

Elena y yo nos fuimos a la zona de compras bien prontito, aunque nos habíamos ido a dormir muy tarde, porque teníamos que comprar una mochila y algo de ropa, sobre todo, camisas para mi padre. Los chicos, junto con Pedro y Ana se fueron al Mercado de tecnología a ver si encontraban un iPod barato.

Después de 8 horas de compras, con un montón de cosas compradas, un trolley que se transforma en mochila, camisetas y camisas de marca, corbatas, ropa interior, gafas de sol, a un precio inmejorable, regresamos a quedar con el equipo ibérico, como nos llamaba Gisele. La verdad es que la hora punta en China no tiene nada que ver a cualquiera que podáis haber conocido, con la excepción de Shinjuku en Tokio. ¡Cuánta gente, por Dios!

Esa misma noche, Gisele y otros CSers habían montado una quedada en un lugar llamado 13 Factories, y no Factory 13, como nos habían dicho al pillar el taxi y que nos hizo deambular sin sentido y asustar a los pobres chinitos mientras les preguntábamos.

Cenamos en este bar y conocimos un montón de gente interesante (rozando el frikismo, como siempre en CSing). Cuando decidimos irnos a casa, lamentablemente, había huelga de taxistas. ¡Coño, taxistas en huelga en China, lo nunca visto! Estuvimos como 30 minutos esperando sin suerte, hasta que decidimos esperar frente al bar a Alex, un chico colombiano casado con una china, que se había adelantado con el resto del grupo para el siguiente bar, justo al lado de casa de Gisele, y que volvía a recogernos en su coche.

Yo creo que esto era el destino, cuando Gisele vino a Barna, a Cosín le robaron el bolso con las llaves del coche (una noche inolvidable y caótica) y tuvimos que meternos 6 en el coche de Serafín para ir a nuestra casa; así que en Guangzhou nos metimos 6 en otro coche, con Gisele también, por lo que podemos decir que ella es la gafe :DD

Una vez todos juntos otra vez, caminamos 15 minutos hasta casa de Gisele, y nos quedamos tomando una cervecita en el comedor mientras decidíamos cómo irnos al aeropuerto el día siguiente que volábamos a Chengdu.


Control de Gastos:

- Bebidas: 12 RMB (1,32 €)
- Desayuno: 12 RMB (1,32 €)
- Metro: 5 RMB (0,56 €)
- Taxi: 6 RMB (0,69 €)
- Cena: 168 RMB (17,50 €)

jueves, 29 de abril de 2010

Nuestro diccionario de Chino

Sí que es verdad que nosotros nos lo hemos montado bien porque casi siempre tenemos alguien cerca que nos puede traducir, y, en breve, viene a nuestra búsqueda Tommy, nuestro amigo de Singapur, chino de origen, que nos va a hacer las cosas mucho más fácil.

Aún así, para viajar a China es necesario comunicarse con ellos ligeramente. Aparte de las frases que siempre te ayudan a romper barreras:
- Ni hao: hola
- Ni hao ma: ¿qué tal?
- Chia Chia: gracias (se pronuncia ‘shie shie’)
- Piiju: cerveza
- Gambei: salud, para brindar

Nosotros compramos, vía Luciano en Kuala Lumpur, un librito que solamente tiene imágenes, y que puedes apuntar cuando quieres pedir algo.

Además, nos hemos hecho nuestro álbum personal de fotos que enseñamos tranquilamente en la cámara para que nos indiquen, y funciona mucho mejor que gesticular con la mano en la chorra para pedir ir al lavabo, por ejemplo. Quizás alguna foto os ayude en el futuro.

Una cosa son las generales, pero para direcciones más concretas hay que buscarse un poco más la vida, como, por ejemplo, para ir a casa de nuestra amiga Gisele, que vivía justo al lado de la ‘Friendship Store’.

Recordad que de listos está el mundo lleno, y palabras tan básicas como ‘toilet’ o ‘metro’ no las va a entender ni el tano.

También, alguna bromita que me hizo gracia, como este cartel en la calle que indica que no se puede mear :D

Ya pondremos más fotos a medida que vayamos haciendo, aunque espero que la novia de Miguel no se lo tome a mal, jeje.

Otras cosas que hemos ido pillando que pueden ser útiles.




Compras, bebidas y cena a medianoche en Guangzhou

Día 156
Guangzhou

Aunque nos empezamos a levantar sobre las 13:00 (el partido terminó a las 5 de la mañana), no estuvimos todos listos hasta las 15:00. Llevaba todo el día lloviendo sin parar, por lo que parecía el mejor día para hacer la principal atracción de Guangzhou: comprar. Guangzhou es una ciudad de 17 millones de personas, que concentra el mayor ratio de producción de toda China, el 60% de todo lo ‘Made in China’ que compramos por el mundo sale de esta ciudad. Por cierto, la ciudad no es muy bonita, así que tampoco teníamos mucho más que hacer. Bajamos los 6 a comer, porque nuestros amigos portugueses también se unieron y salimos hacia el metro para buscar una zona de compras.

Gisele nos había recomendado un área que estaba a dos paradas en metro desde casa: Railway Station. Gisele nos escribió en un papel el nombre de donde queríamos ir en chino, y se lo íbamos enseñando a todo el mundo, porque no habla inglés ni Dios en China. Además, cuando te acercas o les preguntas, saltan y corren asustados. Gisele nos comentó que es porque tienen vergüenza de hablar inglés, aunque nosotros pensamos que son raritos. Poco a poco nos fuimos acercando al punto de destino.

Los centros comerciales, innumerables y todos gigantescos tienen todo tipo de ropa que quieras comprar, de cualquier marca, color, tamaño, precio. ¡Todo! Y el precio siempre es negociable, claro está. Tienen cosas originales con buenos precios antes de pasar la aduana y cosas de imitación, algunas mejores y otras peores. Hay un montón de gente comprando miles de piezas para exportar, principalmente turcos y negritos. Todo se puede comprar y todo se puede imitar, hasta incluso innovan en las imitaciones, creando piezas que los propios fabricantes no hacen. A modo de ejemplo, una papelera Louis Vuitton que vimos en un bar muy cutre :P Este es también el paraíso del reloj, con centros comerciales enteros, de 5 plantas con relojes.

Caminamos alrededor de las diferentes tiendas, quedándonos con qué vendían en cada sitio, pero sin comprar nada. Lo dejábamos todo para el día siguiente, que el día estaría mejor y tendríamos algo más de tiempo, pues todo cierra sobre las 18:00 – 18:30.

Volvimos a casa a esperar que Gisele se echase la siesta después de volver del trabajo, y, para nuestra sorpresa, nos había organizado la noche: ir a un club que conocía ella y que daba bebidas gratis de 22 á 23 y luego a cenar a un sitio que nos dijo que nos encantaría. ¡Suspense! A ver, ¿quién dice ‘no’ a bebidas gratis? Aunque la disco tuviese la noche de música latina (reggaetón sin parar). 2 taxis y al lío.

Nada más llegar, mientras Gisele saludaba a los camareros, dueños y demás, nos bebimos un barreño de chupitos. Después, nos tomamos unas caipiriñas, cubalibres y margaritas, sin pagar nada. Echamos unas fotos, nos animamos y nos acercamos a la pista de baile, donde había un grupo de chicas guapísimas, todas modelos, que el dueño paga para atraer clientela, la mayoría eran rusas.

Como siempre, nuestra estrella era Serafín, que sería de nosotros sin todo lo que nos hace reír. En primer lugar, teníamos un camarero asignado que no paraba de limpiarnos la mesa, cambiarnos los ceniceros, etc. Muy atento el chico, tanto que decidí darle una propinilla de esquinilla, al volver del lavabo, dándole la mano. El tipo lo pilló al instante, y, desde ese momento, la atención fue mucho mayor. La siguiente propina se la iba a dar Sera. Para ello, le preguntó dónde estaba el lavabo, con la intención de agradecérselo con un apretón de manos y dejando ahí el dinero; pero el pobre camarero criado en un país comunista no lo entendió (y tampoco entendía inglés). Así que pasó al plan B: con el dinero estrujado en su mano agarró la mano de camarero y le estrujó el dinero ahí. Cuesta mucho describirlo con palabras, pero nos estuvimos riendo las 3 horas siguientes.

Por si esto fuera poco, al irnos a la pista de baile, Sera tuvo su momento inspirado y decidió sacar sus dotes de salsa, empezando a bailar con Gisele. En un momento, al doblarse (no preguntéis cómo) se le cayeron las gafas al suelo, y Gisele estaba tan emocionada bailando salsa, como una estrella, cuando, de golpe, Serafín para y le dice: ‘Stop! No te mueves! Tengo que encontrar mis gafas’. De esta forma se interrumpió el sueño erótico bailarín de Gisele con Sera, acompañado de las risas de todos los demás.

Bueno, la ‘hora feliz’ había acabado y ya nos sentíamos todos ‘felices’ para ir a comer algo, muy cerca del club, como había prometido Gisele, había un restaurant de 5 plantas (sí, de 5 putas plantas) que estaba abierto 24 horas y que tenían infinidad de marisco que te hacían de mil maneras. ¡Impresionante!

El restaurante era totalmente brutal: con una zona muy grande llena de peceras con infinidad de marisco y pescado vivo nadando. Solamente había que seleccionar lo que más te gustase y pedirlo al estilo preferido. Te lo llevan a la mesa en cuestión de minutos. Era medianoche y estaba llenísimo de gente. Gisele nos dijo que cuando cierra el club, sobre las 6 de la mañana es la hora punta. ¿Podéis creerlo?

El restaurante en cuestión se llamaba Hong Xing Seafood. Cenamos de puta madre y lo pasamos genial, tomando un montón más de cervezas, como siempre, nuevas marcas.

Finalmente, llegó el momento de Serafín de resarcirse dando una propina a la camarera. Hicimos hasta un video con sus tácticas subversivas imposibles de captar, un cachondeo total. Al final, gambas, langostinos, berberechos, almejas, dos tipos diferentes de pescados, cerveza, ternera, champiñones, pollo, etc., todo por 85 Yuanes, unos 8,5€ por persona, invitando a Gisele, claro está.

Ya tocaba irnos a casa, no sin comprar más cervezas, claro. Otra vez divididos en dos taxis, chicos por un lado y chicas por otro. Nuestro taxista, que no hablaba ni gota de inglés, se tiró a la piscina al ver el cachondeo que llevábamos y empezó a dar volantazos de lado a lado para hacernos reír, y al final nos preguntó si queríamos ir a ‘Boom-Boom’. Llegamos a casa sin más problemas y nos pusimos a ver el partido Liverpool contra el Atleti, todo sea por mi buen Pep, que ya están en la final. Otra vez, a acostar a las mil y media, con los ronquidos del incomparable “Tip Boy” (el chico de las propinas) :DD

Control de Gastos:
- Visado Juli: 35 €
- Visado Elena: 60 €
- Comida: 76 RMB (7,99 €)
- Metro: 8 RMB (0,83 €)
- Pasteles: 12 RMB (1,18 €)
- Compras Supermercado: 16 RMB (1,67 €)
- Cena: 156 RMB (16,32 €)
- Taxi: 14 RMB (1,39 €)

miércoles, 28 de abril de 2010

Parte II: Llegada a China (Guangzhou)

Día 155
Hong Kong – Guangzhou

Un viajecito en tren muy cómodo, con Serafín roncando por todo el vagón, y llegada a la estación, con el control de pasaportes en primer lugar. Tras una cola y un sellazo en el pasaporte, ¡ya estamos en China!

En la estación de tren ya se respiraba un ambiente muy diferente al de Hong Kong, con muchos stands ofreciendo a todo el mundo taxis, cambio de divisa, tarjetas de teléfono y otros servicios. Todo estaba escrito con letras muy grandes en ingles, síntoma claro que es una estafa para los turistas. Para evitar problemas, Luciano y Elena bajaron a una tienda fuera para comprar una tarjeta de teléfono para China, aunque la de Hong Kong servía sin problemas. Se tuvo que negociar y de los 15€ que pedían inicialmente, lo dejamos en 8€, con 6€ en llamadas. No había muchas más opciones la verdad.

Luciano iba a estar con otra chica de CSing que vivía a una parada en metro, pero que no contestaba al teléfono. Serafín, Elena y yo nos íbamos a quedar con Gisele, una chica china que estuvo en nuestra casa el verano anterior. Por si esto fuera poco, Gisele también tenía que hospedar, los mismos días que nosotros íbamos a estar, una pareja de Lisboa, Portugal. Iba a ser la casa de ‘Gran Hermano’. Gisele nos había escrito en chino y enviado fotos para poder movernos hasta su casa. Ella vivía en la zona de Taojin, justo al lado del Frienship Store.

Lucho se fue directamente a casa de su amiga y nosotros pillamos un taxi a casa de Gisele, con los problemas lingüísticos que conlleva relacionarse en China. El taxi estaba fuera de la estación, y no conseguimos ver uno normal, sino de los que tienes que negociar y no te cobran el verdadero precio local. Negociamos la carrera por 5€, y llamamos a Gisele para que le explicase cómo llegar a su casa. En 10 minutillos, ya estábamos en casa de Gisele, esperando noticias de Luciano, que nos tenía que llamar en 1 hora para ver qué hacíamos.

Nos llamó en 30 minutos, diciendo que la chica no le abría la puerta y que había vuelto a la estación de tren, donde nadie le entendía ni una sola palabra. Como habíamos comentado antes de dejar a Lucho en la estación, le preguntamos a Gisele si había algún problema en que se quedase en caso que pasase lo que había pasado (coño, de ser 6 á ser 7, no hay mucha diferencia), a lo que ella aceptó con una sonrisa de oreja a oreja, aunque su apartamento no era muy grande. Así, Gisele y Elena fueron en taxi a recoger a Lucho a la estación (habíamos conseguido, otra vez, quedarnos juntos, aunque esta vez con algún sustillo más :D) y volvieron a casa, mientras Sera y yo nos duchábamos. Curiosamente, pagaron menos de taxi en la ida y la vuelta que nosotros antes. ¡Putos estafadores!

Cuando regresaron, nos bajamos a cenar a un restaurante muy local llamado ‘Uncle’. Cenamos de puta madre y mucho más barato que en Hong Kong.

Después, recibimos a la pareja de portugueses, Pedro y Ana, muy buena gente, y fuimos a comprar cervezas, porque había un partido que no podíamos perdernos: el regreso de semis de Barça e Inter. El partido fue lamentable pero nos pasamos un rato genial con el cachondeo, los chistes, las birras y enseñando a Gisele a cantar “ese portugués, … es”, en dedicación directa a Mourinho. Hasta Pedro y Ana se lo cantaban, jaja. Abatidos tras la victoria insuficiente del Barça, que le privaba de la final, nos fuimos a acostar, como bien pudimos y algo contentillos.


Control de Gastos:

- Taxi a casa de Gisele: 40 RMB (4,17 €)
- Cena: 52 RMB (5,42 €)
- Bebidas: 30 RMB (3,13 €)

Resumen Hong Kong

Las cosas que nos han gustado de Hong Kong son:
• La mezcla de tecnología y arquitectura moderna con un toque local y tradicional
• La comida está muy buena y es muy barata (si sabes a dónde ir, claro)
• La gente es amable, educada y correcta
• Los taxis son, muchas veces, más baratos que el metro (siempre que sea más de 2 personas)
• Casi todo el mundo habla inglés, por lo que es muy fácil moverse y preguntar

Las cosas que NO nos han gustado de Hong Kong son:
• Las bebidas en los bares son putamente caras para estándares asiáticos
• Los hostales y hoteles son muy, muy caros (una cama en un dormitorio compartido cuesta unos 12-15€; y un hostal muy básico 25€)
• Después de Singapur, Tokio, y Bangkok, Hong Kong no es tan original; aún siendo diferente a estos sitios, no deja de ser muy parecido en algunas cosas
• La mayoría de cosas que puedes comprar aquí solamente tienen garantía en Hong Kong, así que si algo sale mal, nos tocará pelearnos con las empresas en España

Parte I: “Victoria Peak” y despedida de Hong Kong

Día 155
Hong Kong – Guangzhou

Nos teníamos que levantar a las 11:00 para prepararnos y subir al punto más alto de Hong Kong: el Victoria Peak, y dejar las maletas listas, porque por la tarde nos íbamos a China (la de verdad, porque Hong Kong se parece más a Singapur), primera parada: Guangzhou. Ducha de rigor, mirar Internet y directos al metro, a estación Central, donde habíamos quedado con uno de los chicos que habíamos conocido la noche anterior en la cena, Jonathan, un canadiense que estaba viviendo en China, y que estaba de fin de semana en Hong Kong. Él también quería ir a ver el Victoria Peak, así que todos juntos subimos para allí.

Había una buena cuesta hasta el tranvía que subía arriba del todo. La vista era muy bonita y el tranvía muy inclinado, aunque no tuvimos el mejor día del año, pues estaba el cielo gris y algunas nubes impedían captar toda la vista.

Al llegar, lo primero que nos sorprendió fue la figura de cera de Bruce Lee, muestra del Museo de Cera (nótese el paquete del colega :D).

Nos tiramos un buen rato haciendo fotos y disfrutando de la vista, hasta de los águilas que vuelan entre medio de los rascacielos.

Volvimos a casa a recoger las maletas y salimos en taxi hacia la estación de tren de Hung Hom, desde donde sale un tren directo a Guangzhou, por unos 19€, que tarda unas 2 horas. Una vez comprados los billetes, hicimos tiempo comiendo algo en un McDonalds. Sí, un McDonalds… No vamos cuando estamos en casa, pero había poca elección. Al menos, los menús eran baratísimos, como 2€ con bebidas y patatas.

Control de Gastos:
- Metro: 34 HK$ (3,40 €)
- Tranvía Victoria Peak: 72 HK$ (7,20 €)
- Taxi: 25 HK$ (2,47 €)
- Tren a Guangzhou: 380 HK$ (38,00 €)
- Comida: 45 HK$ (4,47 €)