domingo, 23 de diciembre de 2007

Días 4/5: Llegando a Gujarat - La Boda

Antes de salir de Bombay, le preguntamos a nuestro conductor la distancia del emplazamiento en el que la boda se iba a celebrar. Nos dijo: "Unos 180 km", y añadió: "unas 4 horas conduciendo"... Sí, 4 horas conduciendo. ¡Esto es India!


Otra cosa típica que se ve en las carreteras de la India es que todo el mundo toca el pito como loco. Nos dimos cuenta que, en realidad, es la forma de advertir a los demás conductores que estás llegando para que no hagan moviemientos extraños. Todos los caminones llevan escrito en la parte trasera mensajes del tipo "Toca el pito, por favor", que siignifica, 'avísame cuando llegas y te dejo pasar'. Divertido, ¿verdad? :-)

Llegamos a Silvassa, con Amit, nuestro amigo Hindú que vive en Barcelona en estos momentos y dos amigos suyos. Habían reservado un complejo hotelero completo para los invitados, un sitio precioso con muchas habitaciones, piscina, restaurante y espacio abierto para la recepción. Era un lugar enorme, en el que se esperaban 600 personas. La boda estaba planeada para los dos últimos días: 21 y 22 de Diciembre.

Estábamos muertos de hambre tras 4 horas de coche, así que dejamos los bártulos en la habitación y nos fuimos al lugar donde se servía la comida. Las primeras palabras de Juli en el restaurante fueron: "Bien, finalmente, me puedo tomar una cerveza bien fría y comerme un plato de carne!"; y nuestro amigo respondió: "Lo siento, es una boda vegetariana y en este estado está prohibido el alcohol"... tendríais que haber visto la cara de Juli, escandalosa, jaja!

De hecho, Gujarat es un 'estado seco' en el que el alcohol está prohibido por ley. Obviamente, la gente bebe, pero solamente en sus casas. Además, los padres del novio eran hinduistas ortodoxos (en sentido conservador), vegetarianos convencidos. Pues nada, Juli se tuvo que relajar durante 3 días sin carne, aunque había alcohol escondido en algunas habitaciones de los amigos del novio, que habían traído desde casa :-)

En estos primeros días descubrimos que hasta el té en la India puede ser picante. Todo pica... tanto que tras el segundo bocado ya no te das cuenta de lo que estás comiendo :-D Jui sufría pescado cachos de queso y patatas en la comida, porque, raramente, come otro tipo de vegetales. En cambio, yo estaba encantada con la comida, aún así, muy picante, como se ve en la foto, jaja.

La ceremonía de boda fue muy colorida y preciosa. Sumil y Arpita, los novios, estaban vestidos con ropajes rojos y dorados, rodeados de un montón de gente haciendo algunos rituales tradicionales hindúes. Estábamos mirando y disfrutando esta mágica escena... sintiéndonos como en una peli de Bollywood :-)

Nos vestimos con ropas tradicionales de la India (nuestra amiga en Bombay, Aparna, nos ayudó a comprar todo la noche anterior), comimos comida India, vimos bailes nacionales y tradicionales, conocimos gente increible y lo pasamos realmente bien.

El día 23 volvíamos a Bombay (y había un Barça-Madrid a la 1 de la mañana en televisión), para volar el día siguiente a Delhi, con la intención de iniciar nuestro viaje por el 'Triángulo Dorado' (Delhi, Agra, Jaipur).


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