Beijing
Salimos de casa con Luis, cuando él se iba al curro, sobre las 9:00, y fuimos directos a la Embajada de Mongolia para pedir el visado. No piden invitación (turismo menos de 30 días), ni papeles, ni nada, pero es el visado más caro que hemos pedido nunca, 60€ por persona. Solamente existe la modalidad ‘Express’, para que sea más caro. Un día laborable de espera.
Fue un poco odisea encontrar la Emabajda, porque está en un complejo de residencias diplomáticas que no están señalizadas, así que tienes que ir preguntando a los chinos y buscando la bandera correspondiente. Lo siento, pero hay países y países... y las banderas no son tan fáciles de identificar.
Con el tema del visado preparado, ahora teníamos que descubrir cómo ir a Ulan Bator, la capital de Mongolia y comprar los billetes. Hay dos opciones principales para llegar a Mongolia desde Beijing:
1. La más cara es comprar el billete del Trans-Mongoliano, una variante del Trans-Siberiano, que sale por unos 110€.
2. La más barata es tomar el tren local, que curiosamente va atado al Trans-Mongoliano, y parar en Erlian, frontera de China con Mongolia. Allí, hay que cruzar en jeep hasta Zamyn Uud, y otro tren hasta Ulan Bator. Todo esto tiene un coste de unos 35-40€, aunque se tendría que añadir el hotel si se hace noche en Erlian.
Obviamente, íbamos a por la manera barata: tenemos tiempo pero no dinero. Preguntando, nos dijeron que teníamos que ir al International Hotel, que es el único que vende billetes del Trans-Mongoliano o Trans-Manchuriano. La chica que nos recibió, nos explicó que los que venden ellos son los caros, y para conseguir los baratos había que ir a la Estación Central de Beijing, que estaba a 5 minutos andando.
Elena le pidió que nos escribiese en un papel la información necesaria: ‘Necesito dos billetes para Erlian, el día 30 de Junio, Hard-Sleeper, asientos inferiores’. Ella aceptó sin problemas, y nos fuimos a la estación. Para blanquitos, la única opción es ir a la taquilla 1, la que habla inglés, y está rotulada como ‘Director’s Window’.
En esta ventana, conseguimos los billetes sin problemas por unos 15€. Eso sí, hay que llevar el pasaporte o la copia, que no sé muy bien por qué, pues el tren no va a Mongolia, sino que se queda en China…
Con el viaje a Mongolia preparado, ya podíamos centrarnos en descubrir Beijing. En primer lugar, quedamos con Fan Yuan, una chica local, que nos había prometido llevarnos a comer. Una chica adorable, que nos llevó a un restaurante que estaba en la planta 7ª de un edificio, imposible de encontrar, y donde comimos de puta madre. Después, salimos a dar un paseo por uno de los barrios antiguos y tradicionales de la ciudad, lo que llaman los “Hutong”.
Fan Yuan se tuvo que ir porque había quedado con unos amigos, y volvimos a casa de Luis, que nos había prometido llevarnos a probar el mejor Pato Pekín de la ciudad. Para la cena, también vinieron unas amigas de Luis que trabajaban con él, Laura y Bea, y el noviete de Bea, Quico, de Valencia, que había llegado el mismo día a Beijing para visitarla.
Tras la cena, venía el momento crítico del Mundial: el partido contra Chile. Teníamos que ganar o ganar, para clasificarnos y no jugar contra Brasil. Vimos el partido en un bar con pantalla gigante fuera, y estaba llenísimo de gente. Ganamos 2 á 1 y lo celebramos bien, junto con más paisanos. El siguiente partido, la Portugal de Cristiano Llorando :DD
Control de Gastos:
- Desayuno: 28,6 RMB (3,08 €)
- Metro: 12 RMB (1,29 €)
- Tren a Erlian: 296 RMB (31,83 €)
- Comida: 51 RMB (5,48 €)
- Taxi: 15 RMB (1,61 €)
- Cena: 141 RMB (15,16 €)
- Bebidas: 72 RMB (7,74 €)
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