Montando a caballo por la Catarata Orkhon

Día 227

Mongolia Central (Orkhon)

Nada más despertarnos, Ogra nos dijo que no había tiempo para montar a caballo ni ver la catarata, porque estábamos lejos y teníamos que conducir hasta las dunas de arenas. Aquí fue donde se me hincharon los cojones a mí y le dije que se olvidase, que íbamos a desayunar, después íbamos a montar a caballo hasta la catarata, donde nos tomaríamos una cerveza tranquilamente, y luego volveríamos a la furgoneta para ir hasta las dunas. Me vio la cara y aceptó, creo que con miedo, porque todo el mundo se empezaba a encender.

De todos modos, Marketa y Elena no quisieron montar a caballo y nos acompañaron a pie hasta la catarata, llevando el vodka y las cervezas, jeje. Estos caballos estaban mucho más locos (“Chou, Chou”) y corrían un montón… Menos el mío, que era más bien Rucio (como el de Sancho Panza), nada de caballo. Era viejo, pequeño y no se quería mover, así que fui tranquilamente hasta la catarata, no había más remedio. Lo único bueno es pude poner la pierna en la cabeza (una de las acciones más prohibidas cuando montas a caballo), fumar un cigarro, beber una cerveza… todo tranquilamente porque el bicho no quería correr.

¡Una vista preciosa! Nos sentamos tranquilamente, charlamos y lo pasamos bien haciendo fotos.

Después de ver la catarata, otra vez a los caballos de regreso, todos corriendo como locos, pero el mío tranquilito. De nuevo a la furgona, y a conducir un montón de horas hasta las dunas. Paramos a comprar más comida (carne!!!!) y bebidas.

Durante la comida hubo una pelea donde se produjo una clara escisión del grupo: por un lado, Marketa, Elena y yo; por el otro, los representantes judíos, Nir, Milana y Kati. Al menos, llegamos a las dunas de arena, y ya tuvimos la última con Ogra. Por algún motivo, no había espacio, y quisimos tener dos gers, uno con 4 camas y otro con 2 camas, porque no había manera de meter dos camas más en uno de los gers.

La puesta de sol en las dunas fue total. Cenamos más carne, algo de ensalada y nos tomamos algunas birretas, aunque había un poco de tensión, básicamente porque la niña más joven no quería nunca ayudar a nada. Ya sabéis, ‘quien con niños se acuesta, cagado se levanta’.


Control de Gastos:
- Bebidas: 5000 MNT (2,98 €)