Koh Phangan
Nuestra misión del día era encontrar transporte para la playa de Haad Rin el día siguiente, cuando se celebraba la Full Moon Party, a ser posible, a un precio razonable. Después, esperar a Luciano y a su amigo, que venían de Koh Tao.
Primero, nos cambiamos y salimos a ver nuestra playa, de día, que aún no habíamos podido disfrutarla. Como véis, nuestra cabaña era muy agradable, dos camas (doble y simple), una hamaca colgada fuera y una hamaca de playa en la puerta, habitación R2.
Dos dimos un bañito mañanero y esperamos a que Andreea se cambiara.
Por la mañana, en el Golfo de Tailandia, la marea está alta, en su máximo esplendor. Aquí la foto.
Os incluyo una foto del aspecto de la playa con la marea baja, para que hagáis la comparación (guiaros por la piedra grande al fondo y el cartel a la izquierda).
La primera opción era alquilar un Jeep para los 5, pero estaba todo alquilado, y solamente nos ofrecieron un quad :DD Al menos, conseguimos transporte para ese día para ir a la playa, una de las más bonitas de Koh Phangan. Para hacer tiempo, nos fuimos a desayunar tranquilamente y comprar algo para llevar a la playa (¡cervezas!). Fuimos a la ‘Mama’, altamente conocida en la zona por su cocina y buen rollo. En ese momento nos llamó Luciano, que ya habían llegado al hotel. Hicimos una parada con nuestro “taxi” en el hotel para dejar sus mochilas en el cuarto y recoger a Luciano y a su amigo, Ariel, también argentino de Buenos Aires pero que vive en Israel.
Los cinco nos metimos en el coche y el tipo nos llevó a la playa que le habíamos dicho: Haad . Nada más llegar, establecimos el campamento bases y empezamos a charlar, tomar cervezas Chang (que significa ‘Elefante’ en thai) y disfrutar de un buen día de playa. Teníamos pica-pica y bebidas, ¿qué más podríamos pedir? El taxista nos iba a recoger cuando le llamásemos.
Pues así empezamos, unas patatas, unas chang, unos bacardi breezer, un bañito, risas por aquí, historias por allá…
Lo peor es que continuamos igual todo el santo día, bebiendo y charlando en la playa, incluso en el agua.
Suerte que Andreea, la reportera fotógrafa del equipo, con su cámara nueva, nos seguía haciendo fotos, sino no habría reportaje :P
Hasta que se nos hizo de noche, vimos un precioso atardecer y llamamos a nuestro ‘taxi’ de vuelta. Mientras, nos cambiábamos de ropa y yo puse en el iPod una cancioncilla de Las Mosca Tse-Tse, un grupo de Buenos Aires, dedicada a la selección de fútbol de Argentina.
Ya llevábamos tantísima Chang en el cuerpo, con esos 8-10 grados que el ritmo fluía sin problemas. Todos a la par: “Yo te quiero dar, algo de corazón; iremos a festejar, hasta que el mundo se abra en dos”. Íbamos cambiando los auriculares de persona y los cinco íbamos cantando a la par. Creo que nos conoció toda la isla, cantando y bailando por la carretera, dentro del Jeep… ¡Descontrol total!
Al llegar al hotel, fuimos a por más Chang y tuvimos que cenar algo (una sopita extra picante Tom Yum nunca sienta mal). La canción había degenerado a algo similar a: “Yo te quiero Chang, con todo el corazón…” :DD
Elena hizo un nuevo amigo, que cenó con nosotros; y hay que mencionar que en Tailandia los gatos son los putos amos. Vagan libremente por donde quieren y viven como reyes.
Luciano nos hizo el truco después de cenar, mientras seguíamos cantando y añadiendo más personas al grupo. Dijo, literalmente, “voy un momento…”, ni a dónde, ni para qué. El resto seguimos con las Chang y cuando volvimos a buscar a Lucho estaba totalmente sobada en la hamaca en la puerta de la cabaña :DD
Nos quedamos dormidos en las hamacas en la playa, charlando, cantando y descontrolando. Gente de los hoteles colindantes venía al bar de nuestro hotel pensando que había una fiesta organizada, pero no, éramos nosotros, un grupillo de borrachitos.
Ya contentillos, no nos quedó otro remedio que irnos a dormir. Ariel intentó dormir en la cabaña de Andreea (por el tema de gestionar las camas y el espacio), en actitud altamente profesional :DD pero la comunicación falló y tuvo que venir a nuestra cabaña a dormir. De paso, rociamos a Luciano con repelente y le tapamos, porque en Koh Phangan no hace tantísimo calor de noche como en otras zonas de Tailandia. El repelente es algo MUY NECESARIO en Tailandia. Cada 4-5 horas hay que rociarse si no quieres empezar a notar aguijones :P
Control de Gastos:
- Desayuno: 180 THB (3,75 €)
- Bebidas: 200 THB (4,17 €)
- Taxi: 320 THB (6,67 €)
- Comida: 530 THB (11,04 €)
- Cena: 250 THB (5,21 €)
- Birras: 100 THB (2,08 €)
Una nueva era comienza, el tiempo medido en antes del Chang Team, y después del Chang Team, qué día!
ResponderEliminarCabe destacar también la inauguración de nuevas dependencias en el complejo turístico Benjamin's Hut: habitación R2H (R2 hamaca).