Koh Phangan
Aunque era de esperar una buena resaca para acabar el año, nos levantamos bastante bien. ¡Joder, es mi cumpleaños! ¡Ya son 33 añazos! Una de las primeras imágenes fueron los gayumbos de Ariel, nada eróticos. Empezaba a entender a Andreea :DD Hasta incluso he prometido comprarle unos calzoncillos Calvin Klein (de esos originales) cuando volvamos a Bangkok.
Así estoy con 33 años, al menos, aún tengo pelo y poca barriga :DD
Fuimos todos a desayunar y decidimos tener un día tranquilo, sin movernos mucho, porque por la noche teníamos la Full Moon Party.
Instalamos una oficina ‘móvil’ para Elena en la playa, aprovechando que en nuestro hotel teníamos Internet gratis. Nosotros nos dimos un bañito, e hicimos algo de buceo.
También nos tomamos alguna Chang, para preparar el cuerpo para la noche, pero con control :P
Y así hasta que atardeció, y nos fuimos a hacer un masaje todos, menos Elena. Era el regalo de cumpleaños de Lucho.
Volvimos a la cabaña, y nos empezamos a duchar y vestir. Lo mejor era cenar por la zona, Haad Rin, para poder pillar algún taxi barato. Contra más tiempo pase, más te cobran. Sobre las 20:00 salimos del hotel, y, en la misma puerta, un jeep privado (aquí son taxis) buscando clientes, en su primera carrera. Fue muy fácil hacer un precio barato :DD
Al llegar ya se empezaba a ver el descontrol en el que se iba a convertir esa fiesta, predominada por Australianos e Ingleses, que no son las culturas que mejor toleran el alcohol…
Fuimos a comprar nuestra “entrada”. Es una pulsera que vale unos 2€ y, según dicen, sirve para pagar a los de la limpieza tras la fiesta.
El “Chang Spirit Team” quedó así establecido, o "La Comunidad de la Chang", jeje.
Pero antes nos tocaba llenar el estómago o no habría manera de aguantar la noche. Aunque ya habíamos preparado el organismo la noche anterior, teníamos que comer algo. De todos los sitios que había, decidimos ir a uno familiar que estaba más apartado, en la entrada, para poder tener mesa sin escuchar cánticos ingleses o australianos.
La elección era fácil: ¡Tom Yam! Elena y Luciano siempre algo poco picante.
Andreea quiso rizar el rizo y pidió Cerdo a la parrilla, y tardó más de 1 hora, nos quedábamos sin tiempo.
Mientras esperábamos la cena de Andreea y nosotros ya estábamos cenados, nos tomamos unas cervecitas.
Yo envié buenos pensamientos para todos y cada uno de vosotros ;-)
Casi todo el mundo ya estaba en la zona. Es increíble cómo 50000 personas de todas las partes del globo se reúnen en una pequeña isla de Tailandia, casi sin infraestructuras ni medios de transporte. ¿Cómo funciona el tema? Todos los lugareños venden alcohol, comida, idioteces chinas, etc. Y todos y cada uno de los presentes son blanquitos occidentales. La bebida por excelencia es el ‘bucket’ (cubo), en el que mezclan una botella de alcohol (whisky, gin, ron, vodka…) con alguna bebida y añaden algo isotónico. Sabor malillo, pero muy barato.
No podíamos ser menos y nos apuntamos al Bucket. Las chicas con su Bacardi Breezer.
Caminamos hasta la playa, ubicamos el lavabo (por las chicas, básicamente, porque nosotros tenemos el servicio urgente en el bar “olas del mar” :DD) y nos colocamos en un punto estratégico: buena vista de los carteles, de los fuegos artificiales, cerca de uno de los bares para escuchar música, pero sin estar en medio de todo el puto meollo.
Prendieron fuego al primer cartel que anunciaba que empezaba oficialmente la fiesta en Haad Rin.
La cuenta atrás nos la tuvimos que hacer nosotros solos, porque, con tantísimo borracho antes de la media noche, era imposible mantener un cántico ecuánime. ¡10, 9, 8, 7, 6!
¡5, 4, 3, 2, 1!
¡FELIZ AÑO 2010!
¡NUESTROS MEJORES DESEOS!
Empiezan los fuegos artificiales. Los más descontrolados que he visto en mi puta vida, con una falta de seguridad increíble.
Un tipejo iba encendiendo los petardos que iban saltando, aunque un 10% están mal y no llegan a volar mucho, explotando muy cerca del suelo y haciendo la palmera sobre la gente. Nos tapábamos la cabeza con el bucket de bebida como podíamos, mientras íbamos reculando. Uno de los petardos, ya cerca del final, no llegó a volar más de un metro, explotando en el escenario y encendiendo el resto de la traca, todos a la vez. La gente corría y corría, alguno se veía con la cara y/o cuerpo negro de la pólvora que explotaba bastante bajo. ¡Madre de Dios!
Con el alcohol como anestesia no hubo que llorar por ninguna baja. Seguimos bailando, encontrando personajes del mundo, bebiendo y disfrutando.
El número de borrachos se incrementaba exponencialmente, la cantidad de gente meando en la playa se retiraba hasta las pistas de baile (la arena). Algunos intentaban follar de pie, otros tumbados; por otro lado, una pota; allí, una pelea. Pero, un gran número de gente, disfrutaba.
Es una pena que los diferentes bares no tienen ningún mecanismo de aislamiento acústico, y se escuchaban todas las músicas mezcladas. Casi todo ‘chumba-chumba’. Nosotros a lo nuestro, pasándolo bien y conociendo gente; encontrándonos con algún CSer… Todo sin problemas.
Sobre las 4:30, algo contentillos, pero mantiendo muy bien las formas, decidimos retirarnos Andreea, Elena y yo. Ariel se quedaba con Luciano. Ahora venía otra pelea, taxi de vuelta sin que nos levante la camisa. Por suerte, a un taxi que ya salía lleno e iba en nuestra dirección le cabían dos más. Éramos tres, así que súper precio reducido por apretarnos :DD Al final nos quedamos solitos...
Ariel llegó una hora después de nosotros, con el piloto automático del morao y se metió en la cama del tirón. Luciano llegó más tarde, y, por no molestar, se quedó en la habitación R2-H, es decir, en la hamaca. Creo que tuvo algo que ver el hecho que al llegar, una de nuestras vecinas estaba echando un polvo en el porche de su cabaña, y él disfrutaba de una buena vista, pero no se unió :DDD Si su madre viera esta foto, tal y como él dice, tomaría un vuelo y se iría directamente a recogerlo.
En resumen, una fiesta interesante por toda la gente que hay y porque vienen de todas partes del mundo, pero tampoco es para echar cohetes, y menos al estilo tailandés, jeje. Quizás en nuestra tierra somos demasiado fiesteros y tenemos playas con fiestas todo el año :D
Control de Gastos:
- Desayuno: 180 THB (3,75 €)
- Bebidas: 200 THB (4,17 €)
- Taxi: 500 THB (10,42 €)
- Comida: 80 THB (1,67 €)
- Entrada: 200 THB (4,17 €)
- Fiesta: 900 THB (18,75 €)
Alucinante fiesta. La Full Moon Party es una de las fiestas en la que mejor me lo he pasado. Genial!!!
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