Bali – Ubud
Un día de descanso, para pasear por Ubud y hacer algunas compras. Después de desayunar, salimos hacia el mercado más grande de Ubud, a por regalitos. Es estresante, porque hay que negociar hasta con Dios, y los precios de salida son irrisorios. A modo de ejemplo, nosotros normalmente pagamos el 10-15% de lo que nos piden inicialmente, porque como somos blanquitos se piensan que somos gilipollas. Aún así, ya nos meten la astilla :DD
Tras la sesión de compras, nos fuimos a comer al Balina Lagoon, para hacerlo más barato, y nos acercamos al hotel a echar la siesta. Con Amanda y Darragh planificamos una ruta el día siguiente para visitar el volcán Kintamani y todas las cosas que hay en los alrededores. Ya sé que Bali y Lombok son conocidas por sus playas, pero la parte paisajística y cultural es impresionante. Más tarde, negociamos el precio.
Una de las cosas que nosotros realmente queríamos hacer era atender uno de los espectáculos de Danza de Barong y Rangda, los de las máscaras. Para eso, quedamos con los irlandeses antes de cenar para ir al Café Lotus, que tienen algunas danzas de forma gratuita si consumes. El problema es que el precio de las bebidas/comidas es bastante más caro. Igualmente, cuando estábamos preparados, con la agilidad que me caracteriza, salimos hacia el porche de Darragh y Amanda. Ella ya estaba lista, y yo iba a gritar a Darragh para que se diera caña, pero me enganché la chancla con el escalón (solamente había 2), y al intentar rectificar mi dirección para no caerme, me golpeé la rodilla con una hamaca y salté hacia el jardín, con la puta mala suerte de caer sobre un cactus, que abracé con mucho cariño, astillándome las manos y los brazos. Y encima me decían: “¿pero qué haces?”. Pues caerme, joder, caerme, a ver si no voy a tener derecho.
Total, nos acercamos al Café Lotus y buscamos un sitio para verlo, pero los precios eran prohibitivos y yo estaba centrado en sacarme todos los pinchos del rosal con los dientes, unas pinzas y una aguja. Para más inri, este día no daban la Danza de Barong y Rangda, sino la Danza Legong, un tanto ñoña. Decidimos volver a nuestro Budi’s Warung para cenar, y yo seguía con mis pinchos. ¡Joder, que puto dolor, con 20 astillas en las manos!
Cenamos de putísima madre, como siempre, como comida fusión indonesia. Ya éramos de la familia, y hasta nos pudimos hacer fotos con ellos.
Al terminar la cena, como estábamos animados, nos acercamos a un bar que, curiosamente, tenía un concierto acústico ese día. Al menos, fue divertido, aunque éramos en total 12 clientes, o así, jaja. Nos hicimos la última en el hotel, y nos fuimos a dormir prontito, porque el día siguiente teníamos un montón de cosas.
Control de Gastos:
- Comida: 55000 IDR (4,44 €)
- Cena: 100000 IDR (8,06 €)
- Bebidas: 107000 IDR (8,63 €)
- Hotel: 130000 IDR (10,48 €)
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