Descubriendo Vientiane y sus alrededores

Día 125

Vientiane

Quizás Vientiane no es la capital más vibrante del Sudeste, pero hay algunas cosas para visitar. No mucho, pero el parque de los Budas es lo más anunciado.

Como estábamos en un hotel caro que nos incluía el desayuno, bajamos a disfrutar del Buffet libre. Comer hasta reventar. Y quedamos con Marieke para salir de turismo.

Antes de buscar transporte, dimos una vuelta para preguntar por hoteles, para ver si nos podíamos ahorrar algo, pero las opciones eran más caras o realmente tétricas, así que no nos cambiamos. Le dejamos un mensaje a Luciano para que pudiese encontrarnos al llegar de Vang Vieng, y salimos a la caza del Tuk-Tuk para hacernos una ruta.

Como era de esperar, una lucha encarnizada con los conductores para sacar un precio razonable. El precio inicial era desorbitado, pero tras una buena charla, conseguimos dejarlo bastante bien. La ruta iba a ser:
- Buddha Park en Xieng Khouane
- El Puente de la Amistad que separa Laos de Tailandia sobre el Mekong
- El centro de templos Pha That Luang
- El arco de triunfo Patouxay
- Y una par de Wats

Media hora de Tuk-Tuk hasta el parque de los Budas.


Al llegar, el Buda tumbado, otro de los más grandes del Sudeste. Ya, al final, no sé realmente cuál es el más grande :D El caso es que hay un montón de figuras, sobre todo Budas, que sobraron del régimen de los Pathet Lao y que amontonaron aquí en los 70.








Al salir de la parada más larga del día, pasamos por debajo del ‘Frienship Bridge’, construido por los australianos y que elude a la amistad entre Laos y Tailandia. Tuvimos que parar en medio de la carretera y subir la montaña para tener una curiosa vista de los dos países.



Montamos otra vez, comprando agua fresquita, porque hacía un calor insoportable. Esta vez, hacia Pha That Luang, un conjunto de templos donde estaba uno de los palacios reales de antaño.







No teníamos ganas de comer porque habíamos desayunado como cerditos, por lo que podíamos esperar. Fuimos hacia el Arco de Triunfo, un chusco monolítico de piedra con cuatro puertas y muchos escalones.


Marieke y yo subimos arriba (son siete pisos en escalones), pero Elena se quedó, tranquilatemente, en la sombrita.


En los pisos del medio, había un montón de tiendas de souvenirs.


Desde lo más alto, había una buena vista de la capital.



Volvimos al Tuk-Tuk, y visitamos un par de templos más, pero ya no nos entraba más cultura, así que no hicimos ni fotos. Posiblemente, era más de lo mismo. De vuelta al hotel, pagamos al conductor e hicimos una parada para comer. ¿Qué podíamos comer? Pues huevos, arroz o fideos, que aquí no hay más.

Marieke subió a nuestro cuarto a darse una ducha y yo fui a buscar a Luciano, que estaba al llegar. Se fue Marieke al bus, que bajaba hacia las 4000 islas, un paraje de mochileros, bonito, pero donde solamente se puede estar a la bartola, bebiendo y fumando; y llegó Luciano, que había pillado un tugurio porque no había leído nuestro correo a tiempo.

Charlamos un rato y nos fuimos a cenar, al río Mekong, como era de esperar.


Nos pusimos al día y nos fuimos a tomar una cervecita. Esta vez, ya en la capital, pudimos probar el segundo modelo de BeerLao, la versión Gold.


Control de Gastos:
- Comida: 49000 LKip (4,26 €)
- Buddha Park: 10000 LKip (0,87 €)
- Arco Triunfo: 3000 LKip (0,26 €)
- Tuk-Tuk: 120000 LKip (10,43 €)
- Cena: 76000 LKip (6,61 €)
- Bebidas: 70000 LKip (6,09 €)
- Hotel: 170000 LKip (14,78 €)