Lhasa
¡Venga, a descubrir el Tíbet! Nos levantamos tranquilamente, algo mejor, más aclimatados y nos recoge el de la agencia, con su mujer (a la que apodamos la ‘Bruji’, porque solamente viene a por el dinero). Nos llevan al centro, a la zona antigua, la tibetana, que se llama Ba Jiao Jie. La zona es muy bonita y original, y con la zona musulmana y su mezquita en el puto medio. Este mundo no tiene remedio, de verdad.
Tras un paseo, nos deja en un bar (¡coño, cómo cuesta subir escaleras a esta altitud!) para comer, y nos dice que nos recogerá nuestra guía para el resto del viaje. ¿Qué comer? Muy fácil: carne de Yak, hay que probarla. También aprovechamos para hacer fotos desde la altura y ver el control militar de la zona.
Mientras hacíamos el café, vino Youdon, nuestra guía, para llevarnos a la ruta del día: el Museo del Tíbet y el Monasterio de Sera. La coña con Serafín y “su” monasterio seguía yendo a más, jeje. El Museo, gratis curiosamente, porque está totalmente manipulado por China, obviamente, fue muy interesante. Desde aquí, un par de taxis para ir al Monasterio Sera.
El monasterio de Sera es uno de los "tres grandes" universidades-monasterio Gelukpa del Tíbet. Sera significa 'Recinto de Rosas'. El monasterio está a unos 3 km al norte de la ciudad. El complejo de edificios, a los pies de la colina Tatipi, es el preludio que lleva a sus puertas, donde los monjes debaten, intuyo que de Budismo. Van tocando las palmas cada vez que se dicen algo.
El momento más álgido es cuando salen, todos descontrolados, hacia los dormitorios.
¡Más militares! No sea que los monjes les ataquen con los rosarios :D
Despedida de la guía, y a buscar un ‘cutrix’ (dícese de un restaurante local en el que la comida es barata :D), mientras paseábamos por el centro tibetano de Lhasa, para cenar antes de ir al hotel. Conseguimos el sitio, pero el lavabo, que pertenecía a todo el conjunto de edificios, era de impresión.
Primero, hay que pedir las llaves, que las porta este niño.
Después, hay que atreverse a entrar, porque, en nuestro caso, había un tipo cagando, que ni se inmutó. Para una meada siendo chico, aunque sea viendo al tipo, ya viene bien, pero cuando le tocaba a Elena, teníamos que hacer guardia en la puerta, porque la ventilación era automática :D
Al menos, la cena estuvo de putísima madre, por un precio inmejorable. Los mejores y más baratos dumplings del mundo y una carne de yak con champiñones ñam-ñam.
De vuelta al hotel, que teníamos pendiente una partida en red de ‘Age of Empires’, jeje. Con un buen cargamento de birras para amenizar… No hace falta decir que gané yo, mucha experiencia para estos pringaillos :P
Control de Gastos:
- Desayuno: 26 RMB (2,71 €)
- Comida: 100 RMB (10,42 €)
- Taxi: 15 RMB (1,56 €)
- Monasterio Sera: 100 RMB (10,42 €)
- Cena: 30 RMB (3,13 €)
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