Relax en Lhasa

Día 164

Lhasa

¡Tenemos desayuno incluido! Tommy se enteró de rebote, y, claro, nosotros ni papa, todo en chino, la comunicación es verdaderamente imposible, ni en un hotel de 4 estrellas. Aprovechamos para comer lo que pudimos, porque dejaba mucho que desear. Ni té ni café, leche caliente. ¿Qué adulto bebe solamente leche caliente para desayunar?

De entrada, no nos habían dado acceso al Palacio Potala hasta el día siguiente, así que teníamos el día libre para andar por el casco antiguo de Lhasa. Mi cuello cada vez iba a peor, por lo que le dejaba las labores fotográficas a Luciano, que estaba encantado.

Paseamos un rato por las callejuelas, observamos cómo viven aquí el Budismo y nos relajamos en las calles de Lhasa, para acabar en un café que tenía vistas a la plaza central.

Fuimos a nuestro cutrix favorito y regresamos al hotel en taxi, aunque Luciano y Sera estaban inspirados y prefirieron entrar. Aquí fue cuando nos sorprendió que la entrada trasera del hotel es… es… cómo decirlo… ¡una casa de putas! Sí, según la hora, las luces son rojas, como no, y pasean chicas con ropitas, digamos, cortitas, jaja. Nos fuimos todos a Internet, que en el hotel era gratis, pero no por Wifi: teníamos que quitarles el cable a los ordenadores (que no funcionaban de todos modos) y conectarnos.

Un puntazo, también, el lavabo del hotel, con las puertas muy, muy bajitas, vamos que de intimidad, cero. ¡A sobar!


Control de Gastos:
- Comida: 32 RMB (3,33 €)
- Café: 15 RMB (1,56 €)
- Taxi: 5 RMB (0,52 €)