Guilin – Yangshuo
Otra noche y otro tren nocturno. Al llegar a Guilin, directos a buscar el bus que nos llevase a Yangshuo. Nos dejaron en medio de una avenida grande, y llegó el segundo bus. Un caos, porque no nos dejaron meter las maletas debajo, y mientras llegaba gente, se quedaban sin espacios. Dije que no movería mis maletas si no las ponían abajo. ¡Pa’ chulo, yo!
Una vez en Yangshuo, las primeras imágenes sonaban muy familiares: era como Halong Bay, pero en una ciudad, no en el mar. Las mismas montañas, el mismo escenario, diferente país, diferente fondo. Caminamos como idiotas, porque habíamos quedado en el McDonalds con Gisele, pero el bus nos dejó a tomar por saco. Al final, optamos por llamarla y que nos viniese a buscar. Mucho más rápido y fácil.
Cuando nos reencontramos, fuimos al bar del amigo de Gisele, un freak del copón, y nos tomamos unas birras mientras las chicas fueron a buscar hotel. El tío del bar tenía vino tinto catalán, llamado Synera (¿alguien se acuerda de Salvador Espriu? Synera es Arenys, al revés). Era bastante malillo, pero bueno. Nos tomamos unas birras, sin haber cenado, ni desayunado, así que íbamos de sonrisa. Lo más importante era ducharnos, porque llevábamos dos días sin meternos bajo agua, durmiendo con la misma ropa. ¡Lamentable!
Tardaron un montón en encontrar hotel, porque habíamos añadido una variante más a la ecuación de hoteles: la decoración. Ya no era solamente la ventana, el lavabo, el aire, el internet, la zona, el tal y el cual, ahora también, la decoración. ¡Joder, joder, joder! ¡Si solamente me quiero duchar! Finalmente, al primer hotel que habían visto, justo a 30 segundos de donde estábamos sentados. Todos arriba, a la ducha y para abajo a comer.
El amigo de Gisele nos organizó la comida en su bar, comprada en el bar al lado. Todo muy bueno.
Ya había anochecido con la broma, así que nos tocaba mirar qué hacer el día siguiente. Todo lo que ofrecían ya lo habíamos hecho en un lugar o en otro, y el paisaje, después del Tíbet y Nueva Zelanda, nunca será comparable. Decidimos irnos a hacer botellón al río Li.
Y tanto líquido, tenía que salir, fuese donde fuese :D
Volvimos al centro, dando un paseo, mirando tiendas, y con Tommy con sus nuevas gafas, al estilo Cobra.
Lo cierto es que Yangshuo es una ciudad con mucha fiesta, no barata, pero con muy buena vida nocturna. Nos metimos en algún bar, porque los blanquitos entran siempre gratis. Pero seguimos caminando. Llegamos hasta un tenderete en que el pintaban camisetas a mano, y era pasada la medianoche. No pudimos reprimirnos…
Volvimos al hotel, y paramos a comer algo en la esquina, porque habíamos hecho comida/merienda, y con tanto andar y tantas birras, había que llenar el buche antes de ir al catre.
Control de Gastos:
- Desayuno: 10 RMB (1,04 €)
- Bus a Yangshuo: 26 RMB (2,71 €)
- Comida: 20 RMB (2,08 €)
- Hotel: 70 RMB (7,29 €)
- Birras: 21 RMB (2,19 €)
- Cena: 90 RMB (9,38 €)
Cuando se afeito Lucho??? Ya no lo reconocia jajajajaja.
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