miércoles, 24 de febrero de 2010

Las montañas de Laos: Muong Ngoi

Día 118
Muong Ngoi

Primer amanecer en Laos, en la región norte, donde la luz no funciona todo el día, sino 4/5 horas al día, excepto en algunos sitios que tienen su propio generador. La intención es ir a un pueblecito al pie del río llamado Muong Ngoi, entre montañas. Para eso, hay que levantarse prontito y bajar al ‘puerto’, por llamarlo de alguna manera, hasta encontrar un grupo de gente que pueda llenar un barco.

Esta es la vista de Muong Khoa desde nuestro hotelillo, hacia arriba y hacia abajo.



Después de desayunar, bajamos a la oficina de turismo a comprar los billetes y esperar. Nosotros éramos 3, más una chica sevillana y una pareja de franceses; además, algunos locales se unían, así que teníamos barco, y, relativamente, una corta espera.


¡Al barquito!




El paisaje era bastante virgen mientras navegábamos por el río: pescadores, montañas, selva, búfalos…








Hicimos una parada para ir al lavabo, de manera “tradicional”, es decir, busca un hueco y apáñate tú solito. Un gran recibimiento de los niños que se bañaban en el río, todos gritando como locos.




Mientras todos bajaban, a mí me tocó quedarme guardando las maletas, por lo que no me dio tiempo a salir, pero la naturaleza llama, y no podía aguantar más, así que hacia el final del barco a soltarme :DD

El paisaje seguía siendo precioso, y parecía que ahí no había estado nunca nadie, todo muy natural.




Tras 4 horas de barquito, con momentos muy divertidos al enganchar los rápidos de agua en los que el agua no paraba de entrar y el barco no paraba de moverse, llegamos a Muong Ngoi.


Encontramos unas cabañas muy bonitas, que miraban hacia el río y la montaña, por un precio más que razonable. Incluso Luciano podía dormir solo porque estábamos en presupuesto. El sitio se llamaba “River View”, en la única calle que hay en la aldea, y lo regentaba una Mama muy divertida.


Teníamos una buena vista desde la cabaña, y no teníamos ninguna otra alrededor.


Salimos a comer y regresamos a echarnos una siestecita. Esta la calle en cuestión, la única que hay.


De todos modos, no había electricidad hasta las 18:00, así que no pudimos dormir mucho (sin ventilador), ni poner una peli, ni nada occidentalizado. Salimos a caminar y buscar un guía para conocer la zona el día siguiente. Hay poquito que ver en esta aldea, pero el relax es total.


Tras mirar la mayoría de los que organizaban tours guiados por la zona, pudimos regatear con uno un precio muy bueno. Para ello, nos unimos a tres israelíes y dos alemanes, así que el grupo era gustoso. Recuerdo que fuimos a uno que estaba recomendado por Lonely Planet y Le Routard que costaba como 4 veces más, y que reservaron unos estadounidenses.

Regresamos a la cabaña a poner toda la electrónica a cargar y darnos una duchita. Después, salimos a cenar. Para esto, escogimos el restaurante/guest house que está justo en la subida del puerto, en una especie de plataforma flotante, y donde todos los que están en la aldea van de noche, que se llamaba Say Lom.

A las 21:30 todo y todos se empezaban a recoger y nos tocaba volver a las cabañas con la linterna, una de esas del Decathlon que tiene dinamo y no necesita pilas, pero tienes que estar dándole al alternador cada 2 minutos o se apaga. De camino, compramos una cervecilla y unas velas para tomárnoslas tranquilamente en nuestra súper terraza. Eso sí, de repelente hasta arriba, porque en esta zona el dengue es bastante fácil, no tanto la malaria. Y a una hora muy prudente, a dormir.


Control de Gastos:
- Desayuno: 46000 LKip (4,00 €)
- Barco: 200000 LKip (17,39 €)
- Comida: 55000 LKip (4,78 €)
- Cena: 75000 LKip (6,52 €)
- Bebidas: 45000 LKip (3,91 €)
- Velas: 3000 LKip (0,26 €)
- Hotel: 50000 LKip (4,35 €)

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