Sapa
El autobús del infierno, sin espacio, lleno hasta los topes, y con hedor cada vez peor, seguía su camino. No hubo más paradas hasta que a las 5 de la mañana llegamos a Lao Cai, donde hay una estación de tren que llega directamente desde Hanoi, pero que no iba durante los días del Año Nuevo.
Tras una parada para dejar a gente, empezamos la ascensión hacia Sapa. Son solamente 25 kilómetros, pero tardó más de 1 hora. La carretera es malísima y la niebla muy espesa. A eso de las 7 habíamos llegado a destino: el pueblo de Sapa. La primera impresión fue niebla y muchísimo frío.
Nos metimos en el primer bar que vimos a tomar algo calentito, mientras las chicas que trabajaban allí intentaban encender un fuego. ¡Qué frío! Dejamos a Elena y a Luciano ahí con los cafés y el mini fuego. Alex y yo salimos en búsqueda de hotel. Así a bote pronto, todo era más caro que en el resto de Vietnam. Miramos la mayoría de hoteles, y nos costó encontrar uno que tuviese lo que necesitábamos. Aunque hacía mucho frío, todos los hoteles te cobran la calefacción aparte, y no barata precisamente. Nosotros preferíamos uno que nos diese manta eléctrica, jeje, y lo encontramos, aunque los dueños eran muy rancios.
Con el hotel preparado, nos fuimos para allí a darnos una ducha calentita y probar las mantas eléctricas. Nos echamos una siesta rápida, hasta las 12:00, para reponer fuerzas. Dejamos a Lucho durmiendo porque no había pegado ojo en el bus en toda la noche, y nos fuimos a hacer algo de turismo. Además de conocer un poco la ciudad, con todo el frío y mucha niebla, queríamos encontrar hotel para el día siguiente, ya con más tiempo.
Lo que más llama la impresión en Sapa y en su área, además de los famosísimos campos de arroz de Lao Chai, son sus minorías étnicas. Básicamente, hay tres:
- Tay (se pronuncia ‘Zay’): están bastante integrados
- Dzao (‘Zao’): se dedican a vender por la calle y se diferencian por un gorro rojo que cubre las cabezas rapadas
- Hmong (se pronuncia ‘Mong’ no ‘Jamón’ :D): como las anteriores, venden, venden y venden y llevan otro tipo de traje tradicional y un gorro negro
Todas las calles están llenas de Dzao y Hmong vendiendo de todo. Su frase más característica es ‘Buy from me’ o, simplemente, con un buen grito, ‘you buy, buy, buy, buy…’. Lo cierto es que son pesadísimas, son como hordas de vendedoras persiguiendo a todos los turistas blanquitos que van por la calle. No se suelen dejar hacer fotos, excepto cuando las das dinero por posar. Los más jóvenes sí se dejan hacer fotos, y les encanta que se las enseñes después de hacerla.
Aquí un ejemplo de Dzao:
Aquí algunos Hmong:
Con el día tan asqueroso y el frío que hacía, se hizo muy difícil hacer turismo. Aún así, caminamos un poquillo por las calles empinadas de Sapa. Una vista general:
La Iglesia católica en el centro del pueblo:
El mercado:
La calle principal, que tiene más bares y que lleva hacia Lao Chai.
Justo en esta calle reservamos el hotel para el día siguiente, y, al lado, comimos, al llegar Luciano. Era un sitio muy acogedor con un buen fuego que nos calentó un buen rato. También probamos la cerveza de la zona, “Lao Cai”, bastante mala.
La siguiente tarea era encontrar un tour organizado a Lao Chai para el día siguiente. Preguntamos en casi todos los sitios, y, el que más nos gustó, era uno que estaba en la calle principal. Mientras reservaban el viaje, yo me quedé en la puerta, y “mi amiga” Hmong hacía una especie de promesa conmigo para que solamente le comprase a ella :DD
El frío cada vez era peor, y no teníamos ropa de abrigo. Abrimos todas las maletas para ver qué nos podíamos prestar entre todos para no pasarlo tan mal. El resultado no fue muy vistoso, pero, al menos, nos mantuvo calentitos. Elena, previsora, se había comprado una chaqueta en Hanoi. Alex se la compró en Sapa. Yo me compré… algo para no pasar mucho frío. ¿Qué pudo ser? Pues lo más barato que pude regatear: unas medias rosas (con ribetes), jaja.
Nos fuimos a un bareto llamado "Internet Gecko" que tenía ‘Happy Hour’ y nos calentamos a nuestra manera. Ahí tenían WiFi gratis, y aprovechamos para comprar unos billetes de avión para Indonesia desde Laos, que era la oferta. El vino también hizo que Luciano se comprase un billete para Hong Kong, porque le convencimos para apuntarse al viaje por China en Abril. Ese vino tuvo la culpa, jaja.
Al salir, la noche había caído, y la niebla era espesísima. Nos quedaba ir a cenar y subir rápido a dormir con las mantas eléctricas.
Encontramos un bar muy local, con precios amigables, y ahí cenamos. Todos sopa de entrante, porque ya estábamos a bajo cero. Al terminar, directos a la camita.
Control de Gastos:
- Desayuno: 100000 VND (3,92 €)
- Bebidas: 120000 VND (4,70 €)
- Comida: 149000 VND (5,84 €)
- Cena: 160000 VND (6,27 €)
- Hotel: 152000 VND (5,96 €)
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