Bangkok
¡Por fin! Un amanecer con una buena vista desde la altura :DD El día parecía ser genial, y como teníamos balcón, por primera vez, teníamos que aprovechar para disfrutar de la vista.
Justo en frente, teníamos un monasterio budista.
Al salir del hotel, en un 7/11 vimos, por primera vez, a un monje pagando algo: café, fanta y cacahuetes. Era una imagen nueva, a la que el monje se ofreció a ser retratado.
Después nos fuimos a desayunar un Pad-Thai y directamente a por un taxi para ir a la zona de los centros comerciales. Íbamos a visitar los 3 centros de Siam Center, y el MBK, uno de los mejores de Bangkok para ir de compras.
El taxista nos dio una buena vuelta, con la sorpresa que al poco de salir (siempre les pedimos que pongan el taxímetro), la luz del contador se fue. Él tocaba los botones a modo de sorpresa, pero nada pasaba. Le pedimos que nos dejase, porque podíamos buscar otro, o que aceptase nuestro precio: 100 bahts. Es lo que vale, porque ya lo habíamos hecho antes. Él pidió 200, como era de esperar, pero al final cedió. ¡Muchos ‘tiraos’ juntos como para ser estafados! :D
Lo primero era comprar las entradas para el IMAX, a unos 7€ por persona, para la sesión de las 20:30. Al comprarlas, caminamos hasta el MBK.
El MBK incluye dos centros comerciales, uno ‘oficial’, algo más caro; y otro para volverse loco. Recordad que siempre hay que tener en mente una cosa: cualquier cosa que compres en Tailandia, siempre se puede encontrar más barata. Tampoco hay que volverse loco, cuando encuentras algo que te gusta y el regateo deja el precio en lo que estás dispuesto a pagar, no hay que darle más vueltas.
Nos dividimos en grupos para ubicar lo que más nos gustaba y comparar precios. A esta tienda le tuve que hacer una foto, dedicada a A. Toll, nuestro amigo de Castefa :P
Llegó la hora de comer y escogimos un Japo-Tailandés, el único que habíamos visto hasta el momento. Comimos bien y por un buen precio, aunque, como siempre en Tailandia, el servicio es MUY malo, pésimo, no, no, aún peor. No me quejo de su conocimiento de lenguas foráneas, pero sí de su mala actitud al servir. ¡HO-RRO-RO-SO!
Compramos algunas cosillas: Luciano y Elena una camiseta de Chang, yo una camiseta divertida, Ariel unos tejanos y una camiseta. Y nos peleamos con todos los vendedores posibles, porque el precio de salida siempre era muy alto por ser blanquitos.
Regresamos hacia Siam Paragon sin pisar la calle. Andamos por dentro de 3 centros comerciales sin ver la calle, todo refrigeradito, y hasta vimos la tienda oficial de Christian Audigier, con camisetas carísimas, entre 100 y 200€. ¡Es lo que tiene ser un diseñador de Hollywood!
Como nos quedaba un poco de tiempo antes de la esperada película, hicimos un picnic (que no un botellón :DD) en la terraza del centro comercial.
Siempre con nuestras Chang, lo sé.
Después subimos, con tiempo, para comprar palomitas y demás, y mirar las tiendas de tecnología en el centro comercial. Puedo asegurar que tienen muy buenos precios aquí, y se pueden comprar mini portátiles (no los de nueva generación, con 2GB) por unos 180-200€.
Para nuestra sorpresa, tuvimos que esperar el retraso ¿?¿?¿? Vamos por partes: ¿cómo cojones se puede retrasar la entrada y salida de una película de la que saben el tiempo exacto de proyección? Si fuese un concierto, lo podría entender, pero siendo una película en un cine…
Llegó la hora de entrar y sentarnos en nuestros asientos tras recoger las gafitas de los webs. Empieza la proyección con los anuncios y, justo antes de la película, las luces se encienden, sale el logo real y nos obligan a levantarnos para cantar el puto himno y las loas al Rey. ¡Manda huevos!
Lo mejor, el tipo sentado al lado nuestro, que se sentó y soltó por su boca todos los insultos imaginables, hasta que Ariel le levantó del brazo y le dijo: “Levántate, que nos matan a palos” :DD Cuando terminó el himno, y nos sentamos y chico nos miró y exclamó (aprovechando que había escuchado un idioma latino): “Va fanculo”.
Pues nada, vimos la película y nos encantó. No es la mejor película del séptimo arte pero es muy recomendable.
Al salir, tuvimos que correr porque cuando cae la noche en Bangkok, los taxistas ya no usan el taxímetro y entonces te pueden meter un buen palo. Tuvimos suerte y encontramos uno con contador, así que volvimos a Khao San.
Ya se había despertado Khao San Road.
Con sus vendedores ambulantes:
Uno nuevo que hacía camisetas con tu retrato al instante, bastante bueno el chaval, pero que nos pedía demasiado dinero por ponernos a los 4 juntos:
Sus nepalíes vendiendo ranas de madera y gorro (un sonido que entenderéis si vais a Bangkok):
Y Ariel discutiendo el precio de unas chanclas con un vendedor, que nos obligó a sentarnos mientras se lo llevaba a otra tienda para demostrarle que su precio era muy elevado. El tipo, cuando regresó, nos mandó a tomar por culo, con un cabreo de tres pares de cojones. Total porque le había demostrado que era un carero…
De vuelta al hotel, a mirar Internet para informarnos de cómo llegar a Camboya sin que nos levanten la camisa (ya explicaré todos los pasos correctos en el espacio correspondiente).
Control de Gastos:
- Desayuno: 160 THB (3,33 €)
- Hotel: 680 THB (14,17 €)
- Taxi: 100 THB (2,08 €)
- Cine: 700 THB (14,58 €)
- Cine: 758 THB (15,79 €)
- Palomitas: 254 THB (5,29 €)
- Cena: 25 THB (0,52 €)
- Bebidas: 250 THB (5,21 €)
Me encantó este post, muy bueno, siempre he planeado ir a un viaje con mi pareja pero nunca se han terminado de dar las cosas y surge algo, hemos viajado a pocos lugares y cercanos hace algunos años, pero aunque sean pocos estos viajes pues son recuerdos hermosos que anhelamos contar a nuestros sucesores, espero pronto viajar un poco más lejos y a lo grande.
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