Railay Bay (Krabi)
Aún nos quedaba algún tour de islas que hacer, en este caso, las 4/5 islas más famosas alrededor de Krabi y Ao-Nang. Hay una más grande llamada Hong, a la que no fuimos, pero sí a Tup, Chicken, Poda y Phranang Cave Beach. Nos salió bastante baratito, menos de 10€ por persona, 8 horas, con máscaras de buceo y comida y agua.
La recogida era a las 8:30 en nuestra playa, así que Elena se encargó de despertarnos a todos, como de costumbre. Llegamos puntuales, pero allí no se acercó nadie hasta las 9:20. Para matar el tiempo, fuimos a desayunar algo rápido.
Después, nos sentamos en la mesa en que estaba atado el mono cabrón, Mr. Bin, y pasamos un muy buen rato con él.
A Ariel y a mí nos odiaba, y nos gritaba, en posición de ataque, aunque el pobrecito no tenía mucha defensa, tan pequeño, y con dientes muy blanditos. El mayor problema era que los locales le puteaban mucho y le hacían enrabiar. Y quería imponer su ley con los ‘blanquitos’. Incluso nos robaba todo lo que podía :D
En cambio, se hizo muy amiguito de Elena, jugando con ella, sin morderla, trepando por su pareo hasta el hombro, y haciendo mimitos…
Así, hasta que llegó nuestro barco de recogida, algo más grande de los que habíamos tomado hasta ahora, pero con poca gente.
No os dejéis engañar, este barco era para ir al barco principal, al que tenías que subir cual abordaje pirata. Y para colmo, no había sitio, y nos tocó ir en el techo, con un solano de tres pares de cojones.
Ya el día de antes me estuve leyendo bien las instrucciones del uso de la carcasa acuática de la cámara de fotos para usar bien los filtros y poner un protector para el flash, para que las fotos saliesen mejor. La verdad es que tuvimos buenos resultados :DD
Total, en el techo del barco, rumbo a la primera parada, llamada Tup Island. Es muy curiosa, porque son dos islas conectadas por un banco de arena que se puede caminar. De ahí, al agua, con la máscara y el tubo.
Luciano tuvo su momento artístico probando unas fotos mitad dentro y mitad fuera del agua.
Primero, unos peces muy bonitos por ahí sueltos.
También unos erizos de mar bien puntiagudos.
Un banco de peces hinchándose de comer en un coral, no sé qué había, pero estaban alocados.
Otra banda de peces yendo a algún sitio desconocido por mí.
Los corales en esta isla eran preciosos y muy coloridos.
El coral verde, mi favorito.
Y otro coral increíble.
Vimos unos moluscos enormes, con colores muy extraños, que al acercarte se cerraban.
Otro pececillo muy bonito.
También había peces que posaban para la foto :D Bueno, más bien se quedaban quietos para confundirse con el fondo.
No podían faltar los barcos típicos amarrados al pie del banco de arena.
Otra vez al barco, y rumbo a la segunda parada: Chicken Island. ¿Por qué la llaman así? Pues porque las piedras parecen dibujar la forma de un pollo. ¿Qué pensáis?
Pues nada, máscaras y a descubrir la zona.
Seguimos con más peces exóticos. Aquí unos azules que ni me atrevo a decir cómo se llaman.
Aquí unos peces que tienen unos puntos azules muy brillantes.
Otros muy coloridos.
Las famosas mariposas.
Y la estrella de la zona: los peces payaso (Nemo).
Salimos del agua, los últimos, como era de esperar, y hacia la siguiente parada: Poda Island, donde íbamos a hacer la comida, que estaba incluida. La verdad es que la comida es muy básica: agua, arroz, un huevo frito, un poco de pollo, y algunas verduras. Tampoco podemos pedir más por el precio de todo el viaje, así que sin quejarse.
Montamos el campamento en la arena y empezó la invasión de monos, pidiendo su ración diaria de comida de los turistas. Nosotros, siempre cerca de la ruta de evacuación de Tsunamis, por lo que pueda pasar.
Primero, jalungo, luego, repartir con los monos. Este no tenía ningún problema en comerse mi arroz, a dos manos, para cuando falte, como la ley del pobre :P
A alguno le entró sed, y sin problemas le dimos agua.
Pero el muy cabrón me robó la botella.
Después de alimentarles, a algún monillo se empalmó de la ilusión de comer y beber :DDD
Antes de volver al barco, a la caza de otra foto de postal.
…Y una medusa gigante, pero de las que no pica.
Un rato más en barquito, y llegamos a una de las playas de la Bahía de Railay, llamada Phranang Cave Beach, justo al lado (separada por rocas y acantilados) de la zona más exclusiva de Krabi, donde vale una noche 2000€.
Aquí, la atracción es una cueva, como el nombre de la playa indica, que está dedicada al miembro fálico, aunque sea un templo budista. Esta es la entrada.
Ya habíamos terminado con el tour, aunque intentamos bucear en la última playa, pero era un poco truño. Hora de que nos dejen en nuestra playa, donde solamente bajábamos 6 personas, y nosotros éramos 4.
La marea había empezado a retroceder y el barco en el que íbamos era muy grandote, así que solamente nos podía dejar “cerca” de la costa. El barco lleno de gente, y nosotros los primeros en bajar. Ni siquiera anclaron, solamente flotábamos y pusieron la escalera para hacerlo más fácil. Luciano era el encargado de bajar primero, para descubrir el terreno, sin ninguna carga. Bajó con algún problema, y le cubría algo más que la cintura. Nos advirtió que el fondo no era tierra, sino barro. Le pasamos algunas cosas a Lucho, que ya hacía pie en el suelo; y le tocaba el turno a Ariel. Como el barco se había movido un poco, a Ariel ya le cubría un poco más. Pero controlable. Siguiente turno para Elena, mientras yo le pasaba algunas cosas a Ariel.
Elena empezó a descender la escalera y con la ayuda de Ariel tocó el suelo, y ya le cubría bastante más. Idiota de mí, con la camiseta puesta y mi bolsito colgado, mientras el barco seguía moviéndose, todas las personas del barco miraban y las dos chicas que también estaban en Tonsai Beach esperaban; me atreví a bajar. ¡Qué mala suerte la mía! Bajo las escaleras, y cuando llegó al último escalón, doy un saltito. El barco había seguido en movimiento… Resultado: pillé un hoyo y me hundí ENTERO, con bolso, camiseta y todo, hasta la coronilla de agua y lodo hasta las rodillas. El puto hazmerreír del barco. Las chicas que venían detrás optaron por saltar a nadar y darnos sus cosas, después de ver mi total hundimiento.
Andando por el barrizal hasta llegar a la playa, no teníamos otra opción que esperar en el sol a que se secaran mis cosas. Suerte que el bolsito tiene una parte impermeable, y casi nada se mojó: únicamente los papeles del bolsillo de atrás y algunos caramelos. Al menos, los monitos simpáticos vinieron a visitarnos.
Puse todas mis cosas en una mesa al sol y esperamos un rato, mientras llegaba Dorobanzu de Phi Phi. Elena decidió irse a duchar, y nosotros hicimos unas Chang. Volvió Elena y nos comimos un sándwich (la comida no fue suficiente :DD). En ese momento divisamos el barco grande, y los barquitos que iban a recoger a Andreea, por lo que Ariel y yo, sabiendo la súper maleta que traía, fuimos a recogerla, y la llevamos al bar en el que estábamos, también en la misma playa, en la que, sin problemas, se puede fumar de todo. No nosotros, pero teníamos unos vecinos de mesa con un globo espectacular.
Ariel y Lucho subieron al hotel y nos mandaron el “taxi” para recoger a Andreea con sus maletas. Para esperar, nada mejor que presentarle a Mr. Bin, el mono cabrón. Primero, se hizo, finalmente, amigo mío, y empezó a hurgar en mi bolso.
Me cogía la mano y luego me pegaba algún bocadito, lo normal.
Pero algo atrajo su atención: Andreea. O mejor dicho, sus pendientes :DD
Llegó el taxi, subimos al hotel, y, le dijimos a Dorobantu que teníamos que hacer orden de fotos, de todas las cámaras. Quedamos en la habitación de Andreea, que era la que tenía aire. Justo al llegar, otro diluvio de 45-60 minutos, y Ariel y Lucho no pudieron venir.
Al amainar, bajamos a cenar a nuestro restaurante, dejando, como siempre, una mochila con las cosas más importantes en la caja de seguridad con doble candado. Ese es un tema importante en Tailandia, siempre hay que dejarlo todo (dinero, pasaportes, portátiles, etc.) en la caja de seguridad, a ser posible privada, y añadir tu propio candado. Más vale prevenir…
Cenita como de costumbre, comida muy local, con un Tom Yam, y con el añadido que era la última cena del equipo Chang al completo, así que lo celebramos un poquito :P Luciano y Ariel tenían que irse el día siguiente a Phuket para volar hasta Chiang Mai y luego regresar a Bangkok. Andreea volaba dos días después a Bucarest, desde Krabi, vía Bangkok y Amsterdam.
Andreea reservó el tour de las 4 islas para el día siguiente y se fue a hacer su masaje. El resto, nos fuimos a las cabañas a copiarnos las fotos de Andreea. Hay que decir que ella ha hecho casi 10GB de fotos, por lo que era más difícil seleccionar que copiárselo todo.
También nos despedimos de los chicos, a los que veríamos en 3-4 días en Bangkok, porque habían decidido pillar el barco a las 8:00, pero no habría ‘wake up call’… ¿Lo conseguirán?
Control de Gastos:
- Desayuno: 120 THB (2,50 €)
- Tour: 900 THB (18,75 €)
- Comida: 150 THB (3,13 €)
- Cena: 453 THB (9,44 €)
- Hotel: 700 THB (14,58 €)
- Birras: 135 THB (2,81 €)
Hola que interesante tener la oportunidad de conocer este hermoso lugar y que mejor que aprovechándolo al lado de nuestra pareja, es bueno saber que podemos explorar estos paisajes tan bonitos, y que nuestra pareja esté a gusto también, ya que eso siempre es importante en todo momento.
ResponderEliminarSaludos
Hola me ha encantado tu relato. nosotros vamos a tailandia en enero y me gustaría preguntarte mas cosas!!!! podrias ponerte en contacto conmigo. te lo agradeceria muchisimo! ecabarcos@gmail.com
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