martes, 26 de enero de 2010

Koh Tonsai o Rabbit Island (Kep)

Día 90
Kep

Otra vez madrugando, desayuno en el hotel, y recogida del Tuk-Tuk para llevarnos al puerto. Destino Rabbit Island.


Embarcamos, con ninguna medida de seguridad, como era de esperar, pero solamente son 5 kilómetros en barco, por lo que tampoco estamos muy asustados, y, sobre todo, ya estamos acostumbrados.


Empezamos a divisar la costa de Rabbit.

Plantamos los pies en la isla y vimos el único hotel que hay en la isla, con cabañas. Bastante rudimentario y funcional, pero bonito y romántico.


Primero, teníamos incluido un trekking hacia la cima de la montaña, con un guía inglés. Obviamente, el inglés del guía era como el de mi abuela, más o menos. El problema fue que no era un camino para subir, sino que era bastante furtivo, y con las chanclas, y tantísimos bichejos se hacía imposible. Aguantamos media hora, pero luego ya había que trepar por lianas, saltar y no íbamos preparados.


Pues nada, segunda parada la playa. Escogimos una especia de cama de bambú, que te dejan gratis los bares si consumes algo (aunque dijimos que íbamos a consumir, llevábamos nuestra neverita completa :P). Nos dimos un bañito, agua calentorra.


Decidimos hacer un paseo alrededor de la isla, que dijeron que era de una hora más o menos. Gaili si quedó haciendo el cangrejo en la playa, y Lucho, Elena y yo salimos a descubrir el entorno. Luciano tuvo la impresión que sería todo caminito costero, por lo que no se llevó las chanclas. ¡Craso error! Llegamos al primer pobladito, hasta aquí todo fácil y bonito.


Una bonita mariposilla se nos posaba en los pies.


Seguimos caminando, y el “camino” dejó de existir. En la primera parte, una costa llena de piedras.


Un capullo que nos encontramos, bien mentiroso el tío (francés, por cierto :DD), nos dijo que nos quedaba menos de una hora para llegar de vuelta a la playa. El pobre Lucho aguantó como pudo, hasta que se vio obligado a protegerse los pies de cualquier manera.


Pues pasamos las piedras, y llegamos a un poblado muy rural, bien equipado, eso sí, con su parabólica. El camino cambiada de piedras a costa y de costa a jungla en 5 minutos, así que era imposible habituarse.


Al final, conseguimos enterarnos del recurso principal de Rabbit Island, sin contar el pescado: las algas. Tienen varias aldeas totalmente dedicadas a secar algas, que venden después a alguna gigantesca multinacional para hacer algún producto de belleza.


Tras 3 horas bajo un sol abrasador, llegamos al punto de no retorno: o nos metíamos por la jungla o nadábamos por nuestra vida, jeje. Luciano sin zapatillas optó por el agua; Elena y yo por la jungla. Nosotros llegamos algo más rápido, y el pobre tuvo que nadar como 2 kilómetros.

Nos tocaba regresar ya al barquito para volver a Kep.


Achicharrados por el sol.


Al volver, el Tuk-Tuk nos esperaba ahí para llevarnos de vuelta al hotel, pasando por algunas de las atracciones más interesantes de Kep. Es una zona costera que tiene mucho potencial, la verdad. Está limpita, tiene buena vistas, algunas zonas ya preparadas para sentarse un rato, monos en libertad que juegan con los niños, esculturas marcando los puntos principales, etc.

Nos tocaba una siesta, y comprar los billetes para ir a Vietnam el día siguiente, para lo que pasamos por la oficina de nuestro amigo Rith. Ya sabíamos el riesgo que supone cruzar una frontera en estos países, porque normalmente, ellos se cargan de un lado, así que fuimos muy específicos en que queríamos que nos llevasen hasta Vietnam.

Normalmente, la gente cruza la frontera entre Camboya y Vietnam por Chau Doc, en el Mekong, o por el sur de Phnom Penh. Nosotros somos más osados y decidimos probar la nueva frontera que tiene 1 año y medio, por Ha Tien. Ya veremos ;-)

Con todo cerrado, nos fuimos a echar una merecida siesta y ponernos crema para el quemazón, jaja. También la pobre Gaili, blanquita, del frío estonio, estaba como una gamba.

Nos despertamos para disfrutar de nuevo de la puesta de sol, y fuimos a nuestro restaurante. Gaili decía no sentirse muy bien, y quería cenar poco. Yo me levanté a asegurarme que no ponían cebolla, y Gaili me siguió para decirme que cancelase su comida, porque se iba a dormir, que se sentía mal... Y tan mal, se me desmayó redonda ahí en la barra del bar.

Tuve que gritar a Luciano para que me ayudase a ponerla en una silla y la asistimos ahí mismo, con agua, y abanicándola. Los del bar estaban mirando sorprendidos, sin saber qué hacer. Me tocó a mí ir en el Tuk-Tuk rápido al hotel a por medicamentos y de vuelta. Es lo bueno de tener una buena farmacia portátil, ¿verdad? Con las drogas y un poco de agua y aire, se le pasó un poco. Tenía una insolación de caballo :DD Solamente quedó en un susto.

Otra cena memorable de marisco fresquísimo, con la pimienta de Kep. Esta vez, nos atrevimos también con los cangrejos, muy sabrosos, además de langostinos, pescado, chirlas, etc.


De vuelta al hotel, con nuestra linterna con dinamo, sin pilas, por la oscuridad.

Control de Gastos:
- Desayuno: 5 US$ (3,52 €)
- Viaje Rabbit Island: 12 US$ (8,45 €)
- Comida: 6 US$ (4,23 €)
- Cena: 16 US$ (11,27 €)
- Bebidas: 6 US$ (4,23 €)
- Hotel: 7 US$ (4,93 €)


1 comentario:

  1. hola
    he visto vuestro blog buscando informacion sobre camboya.
    este verano vamos a visitarla, no se si vosotros lo hicisteis por libre o por agencia, pero toda la informacion que nos podais dar seria de mucha ayuda.
    Nuestra ruta consiste en phnom penh, siem reap, battambang, kompong cham, koh kong ,sihanaukville,kep etc...para cruzar despues a thailandia.
    si me podeis dar informacion os lo agradeceria mucho de todo de lo que os venga a la memoria
    mi pagina es Http://bleid-volandovoy.blogspot.com alli encontrareis mi e-mail para contactar.
    muchas gracias de antemano y felicidades por el blog del que me hago seguidor
    saludos.
    Diego

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