Can Tho
En el Sudeste Asiático, todos rinden culto al río Mekong, río que nace en el Himalaya, en Tíbet y baja por China, Myanmar, Tailandia, Laos, Camboya y termina en Vietnam. Tiene una longitud estimada de 4.880 km. El Mekong disminuye su velocidad a medida que se acerca al delta, dividiéndose primero en dos brazos. En Vietnam se divide a su vez en nueve brazos que forman un delta de 40.000 km², con unos 3.200 km de canales navegables. El Mekong es un pilar de la riqueza de la península indochina, pues proporciona sustento a unos cien millones de personas. Anualmente se capturan en sus aguas 1.300.000 toneladas de pescado. Se calcula que alberga unas 1200 especies de peces. Con esta presentación, estando en Can Tho, la ciudad más grande del Delta del Mekong, teníamos que hacer una ruta, ¿no?
Hay varias opciones para escoger una navegación por el Mekong. Nosotros, sin Luciano, que se quedó durmiendo, preferimos la del bote pequeño, que lleva una hélice para las zonas grandes, y con remos para poder entrar en los mercados. Además, no teníamos que aguantar a ningún desconocido, solamente Gaili, Elena y yo. El madrugón fue importante, porque nos recogían a las 5:15 de la mañana, con tal de tener el sentimiento romántico de ver el amanecer en el Mekong.
Básicamente, nuestra ruta incluía 7 puntos importantes:
- Amanecer en el Mekong
- Mercado flotante Cai Rang
- Navegación por el Mekong y el Delta
- Mercado flotante Phong Dien
- Campos de arroz
- Monkey Bridge
- Navegación por los canales del Mekong
Nos metemos en el barquito, totalmente de noche y empezamos a navegar.
Poco a poco, empieza a amanecer.
Hasta que al final sale el sol. Tampoco es un amanecer espectacular, pero es interesante.
Se empieza a ver cómo despiertan la ciudad flotante que vive a orillas del río.
Entramos en el mercado flotante más grande del Delta de Mekong: Cai Rang. No tiene nada que ver con las mierdas turísticas que montan en Tailandia para los blanquitos. Aquí son todos locales haciendo sus compras diarias e intercambiando comida.
Barcos pequeños a remos, otros con hélice, barcos grandes. Se puede ver de todo.
Eso sí, el 90% iban con pijamas :^P
Alguno se pega su baño matutino.
También hay pescadores.
Y tiendas flotantes.
Seguimos navegando por el gran Mekong hasta el segundo mercado. Hay momentos en los que pasan los barcos grandes y rápidos que envían unas olas, cuanto menos, divertidas. Sobre todo cuando Elena se ponía a gritar :DD
Mientras llegamos, vemos algunos de los puentes que se usan para cruzar los diferentes canales.
El segundo mercado, llamado Phong Dien. Menos concurrido que el primero, pero igual de interesante. Hacemos otra parada para tomar un té/café y comer algo rápido. Es impresionante ver cómo se mueve esta gente en el agua con los barquitos, para luego ‘anclarse’ a nuestro barco mientras hacen la venta.
Ya llevábamos un rato en el barco, y la naturaleza no perdona, así que teníamos que parar para ir al lavabo. Pero aquí no hay bares con lavabo, por lo que le pedimos a nuestro “chófer”, una mujer muy agradable, que nos permitiese alguna zona con algo de intimidad, más por las chicas que por mí.
Para esto, paró en una casa, y les dijo si nos dejaban usar el lavabo :P No pusieron ningún reparo, y jugamos un rato con la hija de la mujer de la casa y su perrito.
La siguiente parada eran los campos de arroz de Can Tho. Realmente, el color verde es poderoso. Aunque en las fotos se ve muy brillante, en directo es una pasada.
Para volver al barquito, que ya nos esperaba en un canal, teníamos que atravesar un puente que llaman ‘Monkey Bridge’, uno a uno, porque no aguanta más peso. Además de nosotros 3, conocimos una pareja de yankees que iban en otro barquito como el nuestro, y se sumaron al equipo.
Me tocó a mí ir el primero, el gilipollas de turno, y luego pasó el resto. Me siguió Gaili, muy cagona.
Luego Elena.
Después de los yankees, me tocó volver al medio para mi foto :DD
Mientras navegábamos, la conductora iba haciéndonos regalitos: una hoja de palmera con algunas formas, una piña cortada de una forma, un pomelo con otra forma, y, al final, unas flores para las chicas.
Volvimos por unos canales, haciendo una parada en un bar en medio, donde los conductores tienen su comisión y regresamos al gran Mekong para volver a tierra firme.
Al llegar, ya cansados de 6 horas de vaivén de agua, caminamos un poco por Can Tho. Aquí, todo el mundo lleva su gorrito de paja (“non la”), no es un mito, es algo necesario en la indumentaria local. Los que van en bici.
Los que llevan carretillas.
Los que llevan carga.
Los que venden. ¡Todos!
Al final, convencimos a Gaili para que se comprase uno :P
De regreso al hotel, con Luciano ya despierto, salimos a comer; pero nos quedamos en el hotel porque era la final del Open de Australia. Otro partido fácil para Federer contra Murray. Elena y Gaili se fueron a dar un paseo y a comprar los billetes para el día siguiente para Saigon.
Aprovechando que teníamos WiFi gratis en el hotel, como en la mayoría de bares y hoteles de Vietnam, miramos algo de información.
Salimos después a cenar, y volvimos al restaurante Mekong, porque la noche anterior habíamos visto una buena piedra de carne de ternera. Echamos mucho de menos un buen pedazo de carne, y aprovechamos la ocasión. No era la mejor ternera del mundo, pero hizo su función. ¡Qué ganas de un buen solomillo!
Otra vez al hotel, a hacer la maleta y a dormir.
Control de Gastos:
- Desayuno: 68000 VND (2,66 €)
- Barco por el Mekong: 496000 VND (19,44 €)
- Comida: 86000 VND (3,37 €)
- Cena: 132000 VND (5,17 €)
- Lavandería: 25000 VND (0,98 €)
- Bebidas: 50000 VND (1,96 €)
- Hotel: 170500 VND (6,68 €)
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