domingo, 28 de febrero de 2010

Lo menos original y auténtico de Laos: Vang Vieng

Día 122
Vang Vieng

Vang Vieng estaba en nuestra ruta de norte a sur de Laos. Reconozco que es una de las ciudades menos originales y auténticas de todo Laos, y lo único que se puede hacer aquí es Tubing, bajar por un neumático por el río, parando en cuantos bares quieras para avituallarte. Eso es así, nadie lo discute. Pero, tras tantos meses viajando, tener un día sin nada de cultura, solamente diversión, vale la pena. Vamos, a nadie le amarga un dulce, ¿no?

Lo primero, el bus. Hay dos modalidades para viajar de Luang Prabang a Vang Vieng:
- Bus VIP
- Bus local

A tenor de las fotos, ¿cuál pensáis que es cada uno? :P



Hay que mencionar que la carretera de Luang Prabang a Vang Vieng es la más tortuosa de cuantas carreteras hay en todo el Sudeste Asiático, así que mejor el VIP, que vale un poquito más. Lo cierto es que las primeras 3 horas son insufribles, y los locales, como de costumbre, no paran de llenar las bolsitas de plástico. Imaginad que no podíamos ni jugar a la PSP ni mirar Friends en el iPod, porque el mareo era total. Hicimos una parada para el lavabo en el medio de la montaña, y, después, una para comer en un local muy cutre.


Cuando llegamos a Vang Vieng, nos dejaron en la estación nueva de autobuses, algo más alejada que la vieja del centro. Aquí no hay opción de negociar con los Tuk-Tuk, es un dólar por personas, da igual cuántas. Hay un pacto entre las 1555 familias que viven en Vang Vieng en cuanto a precios, para hacer de esta atracción algo sostenible. ¡Pues nada! Tuk-Tuk, al centro y a la búsqueda de hotel.

Nuestro pobre Luciano, con el pincho de carne del día anterior en Luang Prabang y el caminito, estaba totalmente descompuesto. Así que nosotros nos pusimos a buscar hotel. Encontramos uno, que nos prometió un buen precio, y cuando volvimos a por Lucho y las maletas, nos lo había cambiado. El único problema es que Luciano no podía aguantar más el proceso diarreico, y se metió en “su” habitación a estrenarla. En el momento de irnos a por otro hotel, él ya había empezado el trabajo, así que tuvimos que esperarle fuera del hotel, con el cabreo de la dueña, mientras Elena buscaba otra habitación. Cuando salió habiendo usado el lavabo, la dueña empezó a gritarle diciendo que tenía que pagar por cagón :DD


Justo al lado de ese hotel, encontramos otro llamado Pasherday Guesthouse, que tenía mejores habitaciones y más baratas :P


Nos dimos una duchita y salimos a captar información sobre cómo se hacía el Tubing y ver un poquito la pequeña ciudad. Para eso, bajamos hasta el río, y los puentes que hay para cruzar, realmente son interesantes, además de muy inestables.


En el río nos sentamos tranquilamente a ver cómo bajaba la gente y a todos les íbamos preguntando cuánto habían pagado, cuánto habían tardado en bajar, a qué hora habían salido, etc.



Y empezó la puesta de sol, otra vez diferente, con las montañas de Vang Vieng al fondo. También muy bonita.





Nos hizo mucha gracia ver el cartel con los precios para los visados de los diferentes países. Estábamos preguntando precios para el visado para China, pero lo haremos en Barcelona, que cuesta la mitad, curiosamente, al revés que otros países como Vietnam. Fijaros el precio que pagan los pobres estadounidenses para entrar en China, ¡madre mía, el triple que el resto!


Buscamos la oficina de correos para enviar las postales y salimos a cenar, previa parada para el lavabo para nuestro “culofino”. En Vang Vieng, todo vale casi lo mismo en todas partes, pero hay mucha oferta, comida de todos los lugares. Pensad que hay gente que viene a Laos que solamente va a Vang Vieng, directos, para el descontrol total del Tubing, en el medio de ninguna parte. Muchos australianos, y muchos niñatos de 18 á 21 años.

Cenamos algo básico, y caminamos un poco más, de noche, que parecía que era luna llena, y aquí celebraban también la ‘Full Moon Party’, muchísimo más cutre que en otros sitios. En la puerta de un bar llamado “Bucket Bar” nos dijeron que había ‘cubalitro’ (bucket) gratis, así que ahí nos metimos. Pedimos el cubalitro gratis, pero era de whisky, y a mí no me entusiasma. Elena y Lucho le dieron algunos tragos, pero no nos lo acabamos. Lo bueno es que estaba muy flojito, supongo que porque era gratis.


En ese bar, había unas hogueras y muchas drogas disponibles. Al lado nuestro, unos franceses estaban empezando a flipar porque se habían pedido un batido de setas alucinógenas. Decían tonterías y se partían de risa. Alrededor, el 50% iba con un subidón del copón, con setas, opio, o lo que fuese, y la media de edad no pasaba los 20 años. Carlos y Lidia habían definido esta ciudad como cumbre del "Banana Pancake Trail" :^P No pegábamos ni con cola, y a Luciano le dio otro apretón, y se nos fue directo al hotel. Nosotros tardamos poco en seguirle, al acabar la cervecita.


Control de Gastos:
- Desayuno: 26000 LKip (2,26 €)
- Bus a Vang Vieng: 260000 LKip (22,61 €)
- Internet: 10000 LKip (0,87 €)
- Cena: 69000 LKip (6,00 €)
- Bebidas: 36000 LKip (3,13 €)
- Hotel: 40000 LKip (3,48 €)

1 comentario:

  1. Hola!!
    He encontrado vuestro blog buscando info para cruzar la frontera vietnam-laos. Las fotos no tienen desperdicio y muestran con veracidad como es. Nosotros tambien somos una pareja que andamos haciendo casi el mismo recorrido que ustedes. Como siempre, este tipo de portales son de gran ayuda!! ,muchas gracias chicos por toda la valiosa informacion que nos han aportado.

    Saludos de 2 canarios en Vietnam
    www.viajeanayrenzo.blogspot.com

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